AHORRO EN EL CONSUMO ENERGÉTICO Una manera muy eficiente de disminuir el consumo es utilizar una adecuada aislación térmica en techos y muros. Utilizando estas tecnologías constructivas es factible ahorrar más de un 70% de energía en comparación a la construcción húmeda, tanto para calefaccionar como para refrigerar. Esto se verá reflejado en un ahorro que llegará de forma indirecta y puede sostenerse a través del tiempo. SIN DESPERDICIOS NI ESCOMBROS Otro aporte importante de este tipo de construcción es la reducción de desperdicio, ya que, al momento de proyectar una obra seca, es posible calcular los materiales de manera exacta, evitando su desperdicio. Por otra parte, el proceso constructivo -dadas las características de los materiales empleados- permite que las construcciones en seco tengan una disminución sustancial de residuos y escombros. MENOR IMPACTO AMBIENTAL Esta metodología tiene mucho para aportar en materia de impacto ambiental, tanto en obras nuevas como en el mejoramiento de construcciones existentes. Es fundamental, para ello, el permanente esfuerzo que realizan las empresas fabricantes de los materiales que componen esta tecnología; cumpliendo con altos estándares de seguridad y certificando sus procesos bajo normas ISO 14.001 e ISO 9.001. MEJOR AISLACION TERMICA Y ACUSTICA Pero, sin dudas, el principal factor de crecimiento de estos sistemas vendrá acompañado del respeto por las exigencias gubernamentales y municipales de cumplir con ordenanzas, reglamentos y leyes existentes en las principales ciudades de la Argentina que apuntan a regular el aislamiento térmico y el confort acústico. Solo por mencionar algunas, podemos destacar la Ley 13.059 - Decreto Reglamentario 1.030 de la provincia de Buenos Aires, que regula las características térmicas de los edificios nuevos, la Ordenanza Municipal 8.757 de Rosario "Aspectos higrotérmicos y demanda energética de las construcciones" La construcción en seco es un método constructivo industrializado que acompaña el concepto actual de arquitectura sostenible, porque hace un uso racional y eficiente de los recursos, tanto energéticos como materiales, y minimiza el impacto ambiental. La confiabilidad de esta tecnología se demuestra en los metros cuadrados de sistemas de construcción en seco instalados en nuestro país en los últimos años. Según fuentes del sector, hay más de 8.000 viviendas en distinto grado de ejecución en todo Argentina. Sin dudas, podrá crecer mucho más y así seguir aportando herramientas más que beneficiosas para una construcción sostenible y respetuosa con el medioambiente.