Corrientes, productores de tomates planean retirarse de la actividad
Crisis del tomate en Santa Lucía: productores planean regalar la fruta y dejar la actividad
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Los horticultores de la Región Productiva de Santa Lucía, en Corrientes, enfrentan una de las peores crisis de los últimos años. La causa principal es una supuesta sobreoferta de tomates, que ha llevado el precio del cajón de 20 kilogramos a valores irrisorios, similares a lo que el consumidor paga por un solo kilogramo en góndola. Frente a este panorama, productores planean regalar la producción y muchos evalúan abandonar definitivamente la actividad.
Miguel Tomasella, uno de los referentes del sector, reveló en una entrevista que actualmente se les ofrece apenas $3.000 por cajón, mientras que producirlo cuesta cinco veces más. El viernes pasado, Tomasella descartó 60 cajas de tomates y no descarta volver a hacerlo. “Una de las quejas de los centros de distribución es que están muy maduros”, explicó.
Según los mercados y verdulerías, el problema está en una superproducción interna que, sumada a la rápida maduración del fruto, presiona los precios a la baja. En este contexto, los horticultores consideran regalar la producción como medida de protesta, tal como lo hicieron en campañas anteriores. Sin rentabilidad, muchos ya piensan en dejar el cultivo. “Estamos con el ánimo por el piso. Para salvar la campaña, necesito que me paguen al menos $15.000 por cajón”, aseguró Tomasella. Además, advirtió que la continuidad de la crisis podría derivar en escasez futura y una fuerte suba de precios al consumidor.
La situación que viven los productores de Santa Lucía no es un hecho aislado. En Jujuy, por ejemplo, los horticultores también atraviesan una temporada crítica. Vicente Martínez, productor de Fraile Pintado, señaló que desde octubre de 2024 el precio del cajón de tomate no supera los $4.000, cuando su costo de producción ronda los $10.000. A la sobreproducción local se suma la competencia de tomates provenientes de Bolivia y Chile, lo que ha colapsado los precios en el mercado nacional.
La crisis actual deja en evidencia no solo las fluctuaciones del mercado, sino también la falta de políticas públicas que protejan a los pequeños y medianos productores. Mientras los consumidores disfrutan temporalmente de precios bajos, la amenaza del desabastecimiento y el encarecimiento futuro de los alimentos ya se vislumbra como una consecuencia inevitable si no se implementan medidas urgentes de apoyo al sector.