Durante la madrugada de aquel 29 de diciembre, Fernando Pastorizzo fue encontrado sin vida junto a su motocicleta en la calle General Paz, entre Pueyrredón y Artigas. La investigación determinó que había recibido dos disparos por la espalda efectuados con el arma reglamentaria de Marcelo Galarza, padre de Nahir y entonces funcionario policial.

El 3 de julio de 2018, la Justicia declaró a Nahir Galarza penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo. En el fallo se descartó que la víctima hubiese ejercido violencia contra la acusada, uno de los principales argumentos esgrimidos por la defensa durante el proceso judicial.

Con apenas 19 años, 7 meses y 21 días, Galarza se convirtió en la mujer más joven en recibir una condena a prisión perpetua en la historia judicial argentina. La sentencia fue ratificada posteriormente por la Cámara de Casación Penal de Concordia y el Tribunal Superior de Justicia de Entre Ríos, que rechazaron los distintos recursos presentados.

Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena y desestimó el recurso extraordinario interpuesto por la defensa, que insistía en la inocencia de la joven. De este modo, Nahir Galarza podría acceder a una eventual libertad recién en el año 2052, cuando tenga 53 años, de acuerdo a la normativa vigente.

En 2022, la condenada denunció a su padre, Marcelo Galarza, señalándolo como responsable del crimen de Fernando Pastorizzo. Sin embargo, la Justicia rechazó esas acusaciones tras analizar las pruebas presentadas.

El caso en la pantalla

El impacto social y mediático del crimen derivó también en producciones audiovisuales. En junio de 2024 se estrenó en Amazon Prime Video el documental “Nahir, el secreto de un crimen”, compuesto por dos capítulos que repasan el caso. Además, la plataforma lanzó la película “Nahir”, protagonizada por la actriz Valentina Zenere, que recrea los hechos y el proceso judicial.

A ocho años del asesinato de Fernando Pastorizzo, el caso sigue generando debate y reflexión sobre la violencia, la Justicia y el rol de los medios, manteniéndose vigente en la memoria colectiva de Gualeguaychú, Entre Ríos y todo el país.