Este jueves se cumplen tres años de una de las jornadas más memorables en la historia del deporte argentino. El 18 de diciembre de 2022, la Selección nacional se consagró campeona del mundo por tercera vez al vencer a Francia por penales en la final de Qatar, luego de igualar 3-3 en un partido que tuvo emociones, dramatismo y momentos eternos.

La final disputada en el estadio Lusail fue el cierre perfecto para un Mundial cargado de desafíos y hazañas. Lionel Messi, Ángel Di María, Kylian Mbappé y Emiliano “Dibu” Martínez fueron protagonistas de un encuentro inolvidable que se definió desde los doce pasos y que le dio a la Argentina su tercera estrella, sumándose a las conquistas de 1978 y 1986.

Un comienzo inesperado

El camino no fue sencillo. El debut ante Arabia Saudita sorprendió al mundo: tras arrancar en ventaja con un penal de Messi, el conjunto albiceleste cayó 2-1 y puso fin a una racha de 36 partidos invictos. A pesar del golpe, el capitán dejó un mensaje que marcaría el rumbo: “A la gente le digo que confíe”.

La reacción y la clasificación

La respuesta llegó rápidamente. Frente a México, Argentina se impuso 2-0 con un gol clave de Messi y una definición memorable de Enzo Fernández. Luego, en el cierre del grupo, venció a Polonia por el mismo marcador con tantos de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, asegurando el primer puesto y la clasificación.

Partidos para la historia

En octavos de final, el seleccionado superó con sufrimiento a Australia, mientras que en cuartos protagonizó una verdadera batalla ante Países Bajos. Tras empatar 2-2, la definición por penales tuvo al “Dibu” Martínez como figura, atajando dos disparos para sellar el pase a semifinales.

Ante Croacia, el equipo de Lionel Scaloni mostró su mejor versión y goleó 3-0, con una actuación brillante de Julián Álvarez y Messi, para meterse en una nueva final del mundo.

La final eterna

En el partido decisivo, Argentina fue ampliamente superior durante gran parte del juego y se fue al descanso 2-0 arriba con goles de Messi y Di María. Sin embargo, Mbappé apareció en el tramo final para empatar el encuentro y forzar el alargue. Allí, Messi volvió a poner en ventaja al equipo, pero el delantero francés igualó nuevamente.

Cuando el partido parecía sentenciado a los penales, llegó una atajada histórica de Emiliano Martínez ante Randal Kolo Muani, a segundos del final del tiempo suplementario. En la definición, con dos penales fallados por Francia, Gonzalo Montiel convirtió el disparo decisivo y desató la locura de todo un país.

A tres años de aquel día inolvidable, la consagración en Qatar sigue viva en el recuerdo colectivo como una de las mayores gestas del deporte argentino.

Fuente: Agencia Noticias Argentinas
Autoría: El Debate Pregón