La confirmación del triunfo llegó de manera temprana desde el comando de Kast, donde sus colaboradores anunciaron que el resultado ya era irreversible. Minutos después, Jara se comunicó telefónicamente con el presidente electo para reconocer la derrota y luego lo ratificó públicamente a través de sus redes sociales. Horas más tarde, se trasladó personalmente hasta la sede del Partido Republicano para saludarlo y formalizar el gesto democrático.

Cerca de las 22, Kast apareció ante una multitud de simpatizantes frente a la sede partidaria, en el barrio de Las Condes. Visiblemente emocionado, agradeció el respaldo recibido en las urnas y remarcó que su gobierno tendrá como eje central el orden y la seguridad. “Vamos a restablecer el respeto a la ley”, afirmó en un discurso que se extendió por casi una hora.

En un tono más moderado que en campañas anteriores, el presidente electo buscó mostrar apertura y unidad dentro del arco opositor. Agradeció especialmente el apoyo de figuras clave de la centroderecha, como Evelyn Matthei, y también mencionó a otros dirigentes que contribuyeron a consolidar el respaldo electoral tras la primera vuelta.

Kast dedicó además un tramo de su mensaje a llamar a la convivencia democrática y al respeto político. “Un gobierno no se construye solo con los partidarios”, sostuvo, al tiempo que pidió consideración hacia su rival y destacó el gesto de Jara al reconocer el resultado. “No necesitamos agredir a nadie, ni física ni verbalmente, porque nuestras ideas son mejores”, afirmó.

El discurso combinó ese llamado a la unidad con definiciones firmes en materia de seguridad, uno de los ejes centrales de su campaña. “A los delincuentes los vamos a ir a buscar”, prometió ante los aplausos de sus seguidores, al tiempo que aseguró que su objetivo es devolver la tranquilidad a las familias chilenas. “Aquí ganó Chile y ganó la esperanza de vivir sin miedo”, expresó.

Finalmente, Kast tuvo palabras de reconocimiento para los expresidentes chilenos, entre ellos Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Patricio Aylwin, con una mención especial al fallecido Sebastián Piñera. “Más allá de las diferencias, lo respeto profundamente y su figura solo crece con el tiempo”, señaló, y concluyó con un mensaje de reconciliación nacional: “Desde hoy podemos sentar las bases de un país que vuelva a encontrarse y no a dividirse”.