ECONOMIA
Dirigentes empresariales coincidieron que un default multiplicaría los problemas
En la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Congreso Nacional, Nicolás Pino dialogó junto al G6, representando a la producción.
En la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Congreso Nacional, las entidades que nuclean a los mayores grupos empresarios del país nucleados en el Grupo de los 6 (G6) y representantes de las pequeñas y medianas empresas (pymes) rechazaron la opción de que la Argentina caiga en una cesación de pagos.
En el bloque dedicado al sector empresarial, se presentó la mayoría de los presidentes de las entidades que conforman el G6: Carlos Weiss de la Cámara Argentina de la Construcción; Nicolás Pino, de la Sociedad Rural Argentina; Natalio Grinman, de la Cámara Argentina de Comercio; Javier Bolsico de la Asociación de Bancos Argentinos; Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y Daniel Funes de Rioja, de la Unión Industrial Argentina.
Por cierto, Nicolás Pino, Presidente de la Sociedad Rural, señaló que «mucho se habló sobre los bondades y los perjuicios de este acuerdo con el FMI, pero desde nuestra entidad y desde el campo estamos convencidos de que mucho peor sería el escenario de un default».
El representante de la entidad agropecuaria anadió: «Si finalmente se logra un acuerdo con el FMI, la Argentina debe aprovechar la postergación de estos desembolsos hasta 2026 para instrumentar un mecanismo que permita un mayor desarrollo económico en base a la inversión y el empleo».
«Es importante que queden claras las condiciones del acuerdo para que no sea siempre el bolsillo del productor agropecuario el que pague la fiesta», concluyó.
Por eso, para el ruralista si el Gobierno le levantara las trabas e intervenciones que tiene el sector agropecuario, el campo podría incrementar su aporte a la economía de la Argentina para los años de crecimiento que se necesitan.
Por su parte, Gustavo Weiss, afirmó que «nosotros queremos señalar enfáticamente que estamos absolutamente de acuerdo en el no default. Las consecuencias macroeconómicas y sociales de un default serían dramáticas con consecuencias enormes y distorsiones aún más profundas que las actuales».
"Esto es absolutamente inusual porque cada vez que hubo acuerdo con el FMI lo primero que se restringió fue el gasto y lo más fácil era ajustar el gasto de capital. Y este no es el caso, porque la inversión se incrementa a 2% del PIB", dijo Weiss.
Javier Bolsico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos, dijo que no existe punto medio en esta situación: "O hay acuerdo o hay default". E indicó que los banqueros son "conscientes de lo difícil que son estas negociaciones" por lo que la entidad ya ha "expresado nuestro reconocimiento al Poder Ejecutivo por haber alcanzado este acuerdo técnico".
"La refinanciación de la deuda per sé no resuelve ninguno de los problemas económicos y sociales que tenemos actualmente, pero sí genera las condiciones necesarias para que sean abordados por el Gobierno", dijo Bolsico.
El banquero señaló que una nueva cesación de pagos "se transformaría casi inmediatamente en mayor pobreza y exclusión".
"No acordar con el Fondo aislaría a la Argentina del mundo, de los mercados económicos y financieros. Sería algo parecido a que sacaran al país de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT)", dijo Bolsico.
El sistema SWIFT representa a más de 11.000 instituciones en más de 200 países del mundo. Contiene diseños de software junto con un modelo de varios niveles de respaldo y una infraestructura tecnológica de claves públicas que le permite a distintas entidades poder realizar todo tipo de transacciones.
Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, dijo: "Estamos absolutamente de acuerdo que junto con el acuerdo con el FMI es imprescindible que el Gobierno de una vez por todas presente un plan económico".
El empresario dijo que ese plan económico no solo debería indicar cómo será la reducción del déficit fiscal, sino que también debe "incentivar a la inversión privada para que sea el motor de la generación de empleo de calidad, el motor de la nueva Argentina".
"Sin un sector privado pujante no hay contribuyentes y sin ellos es improbable un Estado presente", advirtió Gabbi.