Uruguay
Multitudinario y Emotivo Adiós a Pepe Mujica en Montevideo
El pueblo uruguayo despidió con profunda emoción al expresidente José "Pepe" Mujica, en un cortejo fúnebre que recorrió los rincones más significativos de su vida política.
Montevideo vivió este lunes una jornada cargada de emoción y simbolismo con el cortejo fúnebre del expresidente José “Pepe” Mujica, fallecido a los 89 años tras una larga lucha contra un cáncer de esófago. La caravana, que partió desde la Torre Ejecutiva y culminó en el Parlamento Nacional, fue acompañada por una multitud que se volcó a las calles entre aplausos, lágrimas, banderas y pasacalles.
El féretro, cubierto por la bandera uruguaya, recorrió tres paradas clave que marcaron su trayectoria política: la sede del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), donde Mujica militó en su juventud; la Huella de Seregni, epicentro de la izquierda uruguaya contemporánea; y el local del Movimiento de Participación Popular (MPP), su espacio político dentro del Frente Amplio.
“Pepe no te fuiste, gracias viejo”, expresó conmovido el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, desde el MPP, donde también jóvenes militantes desplegaron pasacalles y murales en su honor.
El presidente Yamandú Orsi encabezó la procesión acompañado por Lucía Topolansky, esposa del exmandatario, y varios ministros del actual gobierno. “No me voy, estoy llegando”, podía leerse en camisetas y pancartas que los asistentes portaban, recordando una de las frases más emblemáticas de Mujica.
El cortejo culminó en el Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento, donde comenzó el velorio con honores de Estado. En una primera instancia privada, la ceremonia se abrirá luego al público durante 36 horas para que el pueblo uruguayo tenga la oportunidad de despedirse del dirigente más querido de su historia reciente.
Pepe Mujica será recordado no solo por su legado político, sino también por su estilo de vida austero, su discurso anticonsumista y su incansable defensa de los valores de justicia social. Su figura trascendió las fronteras y se convirtió en un símbolo internacional de la izquierda latinoamericana.