Octubre
Un estudio argentino revela las barreras que enfrentan las pacientes con cáncer de mama en el acceso a diagnóstico y tratamiento
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En el marco del Mes de Concientización del Cáncer de Mama, un estudio nacional expuso las desigualdades que atraviesan las personas diagnosticadas con esta enfermedad en Argentina. El informe, elaborado por la Fundación Donde Quiero Estar (FDQE) bajo el nombre “Mapeo de personas con cáncer” (MAPEC), analizó la experiencia de 153 pacientes oncológicos en cuatro jurisdicciones del país: Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Misiones y Tierra del Fuego.
De ese total, el 40% correspondió a casos de cáncer de mama, lo que permitió observar con detalle las dificultades que enfrentan las pacientes en el acceso a la detección, tratamiento y medicación.
Uno de los datos más alarmantes fue la demora promedio de 125 días entre la primera consulta y el inicio del tratamiento, un período que puede impactar directamente en el pronóstico.
En Argentina, se estima que cada año se diagnostican cerca de 22 mil nuevos casos de cáncer de mama, lo que representa el 17% de todos los tumores detectados.
El estudio reveló además que el 49% de las pacientes accedió a sus medicamentos por el sistema público, el 29% a través de obras sociales o prepagas, y el 22% combinó distintas fuentes. Sin embargo, el 37% tuvo dificultades para conseguir la medicación y un 14% dependió de donaciones.
Inequidades que atraviesan el país
Las barreras detectadas fueron múltiples: geográficas, económicas, burocráticas y culturales. Según el relevamiento, el 55% tuvo problemas para conseguir turnos en la primera consulta y más de la mitad (51%) experimentó obstáculos para acceder al diagnóstico, principalmente por demoras, falta de cobertura o distancia a los centros de salud.
Aldana Casati, coordinadora del proyecto MAPEC, explicó que se incluyeron provincias con realidades muy distintas para reflejar mejor la inequidad territorial: “Incorporamos Misiones y Tierra del Fuego porque allí las distancias y la falta de especialistas suelen generar dificultades que afectan directamente los resultados del tratamiento”.
La importancia del diagnóstico temprano
Casi la mitad de las pacientes (46%) consultó al detectar un bulto mediante autoexamen, el 38% lo hizo tras estudios de rutina y el 15% por la aparición de síntomas.
“La mamografía sigue siendo la herramienta clave para la detección temprana”, remarcó la oncóloga Verónica Baró, jefa del servicio de oncología de la Clínica San Jorge de Ushuaia. “Cuanto más temprano es el diagnóstico, más posibilidades hay de cura y de tratamientos menos invasivos y menos costosos para el sistema de salud”, añadió.
Tratamientos y acompañamiento
El estudio también mostró la complejidad del proceso terapéutico: en promedio, cada paciente recibió 2,6 tratamientos, incluyendo cirugía (92%), radioterapia (72%), quimioterapia (64%) y terapia hormonal (23%).
Más allá del aspecto médico, el acompañamiento emocional resultó determinante. Casati señaló que las redes familiares, institucionales y comunitarias jugaron un papel crucial para sobrellevar el proceso y las gestiones administrativas.
Un llamado a la acción
La fundadora de la FDQE, Vicky Viel Temperley, destacó que este relevamiento permitió “convertir los testimonios de pacientes en evidencia para impulsar políticas concretas”.
El trabajo de la Fundación apunta a generar conciencia sobre los derechos de los pacientes y a reducir las desigualdades que persisten en el sistema de salud argentino.
“Sabemos que no hay vacuna para el cáncer de mama, pero sí hay herramientas efectivas para detectarlo a tiempo. Tenemos que hacer que ese mensaje llegue a todas las mujeres del país”, enfatizó la Dra. Baró.