Vicente Taborda
"El sueño de Vicente y la locura de sus amigos: la Taboneta hizo historia"
Vicente Taborda tocó el cielo con Platense y no lo hizo solo. Desde Gualeguay, sus amigos, familiares y vecinos armaron la “Taboneta” y recorrieron más de 1.000 km para alentarlo en la final frente a Huracán, en Santiago del Estero.
“Se hizo bastante famosa la Taboneta”, dijo Vicente, entre risas, mientras atendía a cada medio con paciencia y humildad. “Fueron mis amigos, los padres de mis amigos, que cuando Platense pasó a la final no dudaron y dijeron ‘tenemos que armar algo’. Y ahí estuvieron, en Santiago”.
Y esa alegría fue compartida por todos. Apenas terminó el partido, Vicente fue directo a la tribuna. “Me tiraron la remera de la Taboneta y no me la saqué más. Ellos saben lo importantes que son para mí. Muchos viven en Entre Ríos, otros en Buenos Aires, pero nos juntamos seguido. Son un motor grande para que uno esté bien. Además de la familia, son fundamentales. Estoy muy agradecido”.
El reconocimiento llegó desde todos lados. En pleno festejo, el hincha calamar pedía la remera de la Taboneta como un símbolo de ese vínculo puro y genuino. Y Vicente, con los pies en la tierra y el corazón a flor de piel, respondió con altura. “Vamos a hacer más remeras, sí. La verdad es que esto fue único. La amistad y el fútbol son pasiones que no se pueden medir”.

Entre los abrazos y la ovación, también hubo tiempo para reflexionar. “Si pudiera hablar con el Vicente que jugó aquella final de Libertadores con Boca, le diría que no tire la toalla, que la vida devuelve con cosas lindas. Hoy estoy feliz, agradecido a Platense por abrirme la puerta de nuevo. Pude demostrar que estoy para jugar en Primera. Esta consagración es un sueño hecho realidad”.
Vicente, nacido en Gualeguay, dio sus primeros pasos en Smash Tennis Club, de la mano del profe Chilo. Hoy, con una estrella en el pecho y miles de corazones latiendo por él, no olvida sus raíces. “Sé que en Gualeguay están contentos. Siempre me mandan saludos, me dan fuerza. Estoy muy agradecido”.
El regreso promete más emociones. Vicente López espera una fiesta y aunque algunos de los integrantes de la Taboneta deben volver al trabajo o al estudio, no se descarta una nueva caravana de aliento. Porque cuando se juega con el corazón, los kilómetros no pesan. Y cuando la amistad es el motor, el fútbol se convierte en algo eterno.