Un partido intenso, con dominio de Racing y polémicas

Racing mostró superioridad desde el inicio, con seis remates claros en el primer tramo del encuentro, incluido un tiro bloqueado de Maravilla Martínez y una acción en la que el arquero Felipe Zenobio evitó el gol tras un centro de Gabriel Rojas.
Tigre, obligado a realizar un cambio por la lesión de Federico Álvarez, apostó al contragolpe y buscó cortar el ritmo local con pelotazos y pausas en el juego. Sobre el final del primer tiempo, una mano de Joaquín Laso dentro del área generó reclamos, pero la jugada fue invalidada por offside.

En el complemento, Racing volvió a tener dos chances claras en los pies de Maravilla Martínez, respondidas con firmeza por Zenobio. Tigre también asustó con un remate desviado de Nacho Russo en una contra.

La tensión aumentó en el cierre cuando Ramón Arias fue expulsado por cortar un ataque manifiesto de gol sobre Martínez.

Un suplementario cargado de emociones

El primer tiempo extra dejó un gol anulado a Racing por offside de Maravilla Martínez en la jugada previa y una nueva polémica por un posible penal de Zenobio sobre Conechny, desestimado por el árbitro Andrés Merlos y el VAR. Minutos después, Gastón Martirena vio la doble amarilla y dejó a Tigre con nueve jugadores.

En el segundo tiempo suplementario, hubo más fricción que fútbol: Santiago Sosa fue expulsado por doble amarilla tras una fuerte falta sobre Alfio Oviedo. Racing siguió intentando y volvió a tener una chance en los pies de Martínez, aunque sin precisión.

Superior en números, decisivo en los penales

Las estadísticas respaldaron el dominio académico:

• 68% de posesión,
• 24 remates,
• 515 pases correctos,
  contra los 12 remates y 144 pases de Tigre.

Sin embargo, el gol nunca llegó y todo se definió desde los doce pasos. Allí, Cambeses se hizo enorme deteniendo los disparos de Tomás Cardona y Joaquín Laso para sellar el 4-2 final.

Cómo llega cada equipo

Racing arribó a este duelo motivado por su reciente triunfo agónico ante River Plate, una victoria que sirvió como desahogo tras la caída en Copa Argentina y que tuvo condimentos extras por el traspaso de Maximiliano Salas al club millonario.

Tigre, por su parte, venía entonado tras eliminar a Lanús —campeón vigente de la Copa Sudamericana— como visitante, con un gol de David Romero y un sólido rendimiento colectivo.

Ahora, la Academia irá por un lugar en la final frente a Boca Juniors en La Bombonera, en una semifinal que promete alta tensión y un clima inigualable.