Guido Kaczka contó por qué eligió a Vicuña para su nuevo proyecto y opinó de la polémica con la China Suárez
El conductor y productor habló del desembarco del actor al frente de The Balls, en medio del malestar que generó la presencia de la actriz en el canal
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Benjamín Vicuña finalmente quebró el silencio autoimpuesto en medio de un torbellino mediático que se resiste a a soltarlo. Tras las declaraciones explosivas de la China Suárez en entrevistas con Mario Pergolini y Moria Casán, donde volvió a recorrer los pasillos oscuros y privados de su relación y la convivencia, Vicuña se plantó ante las cámaras de SQP (América TV) y dejó ver una mezcla de cansancio, enojo y hartazgo casi nunca expuestos tan crudamente.
¿Qué sucede cuando alguien ya no puede más? ¿Cuándo el pasado, reactivado una y otra vez en la televisión, rebalsa cualquier límite de paciencia? Vicuña no dio rodeos. Escupió el fastidio en la charla con el notero, sin nombrarla, pero dejando claro el destinatario de sus palabras: “No depende de mí, te puedo decir. Yo estoy con mis hijos, estoy con mi laburo. Es un montón, la verdad. Ya van a mi casa, vienen al trabajo. Yo sé que no tiene que ver con ustedes, pero no entiendo tampoco lo del otro lado”, compartió el actor, con la honestidad de quien se siente invadido hasta la última fibra.
El protagonista chileno, que hoy pone el cuerpo en las grabaciones de su nuevo desafío en El Trece —The Balls, el ciclo que antes condujo Guido Kaczka y que regresará en enero de 2026—, no ocultó la marca que deja la repetición incansable de su historia privada en los medios. Cuando le preguntaron sobre la actitud de su ex en esta nueva ola de entrevistas, fue tajante: “No hay mucha más vuelta que dar, de verdad. Me parece muy triste, nada más”.
La producción del ciclo buscó también la voz de quien supo estar al frente de ese programa ahora en manos de Vicuña. Guido Kaczka recibió la pregunta inesperada: ¿cómo fue la elección de Benjamín como conductor? ¿Lo convocó él Martín Kweller, su socio en Kuarzo?
Sin vueltas, Kaczka relató: “La verdad es que con mi socio y el equipo, la productora, estábamos pensando conductores, y es figura difícil, primero por su agenda, por la cantidad de trabajo”, apuntó en relación al actor chileno. “Pero a partir de las charlas que tuvo, sobre todo con Martín, lo quiso hacer, así que todos felices”, agregó el productor, sintetizando el clima interno de la decisión.
¿Acaso enterado de los coletazos y el fastidio de Vicuña, Kaczka había recibido algún mensaje, alguna queja? Ante ello se mostró firme: “No, no lo vi. Alguna vez he visto en otro momento que quiere que no se hable. Bueno, todos, o la mayoría, intentamos evitar que se hable de los temas personales, pero a veces se hace inevitable”, destacó al empatizar con el lugar incómodo del protagonista.
El cronista presionó: ¿está bien que un conductor se enoje porque su ex habla en la misma pantalla sobre lo que los separó? Guido entonces adoptó tono reflexivo: “Depende de cada carácter y, obvio, si no querés, te pone mal y todos tenemos derecho a sentir. Mientras no ofenda los derechos del otro, digamos, todos somos personas, intentamos hacer lo mejor posible, pero te hablo en general porque no sé en este caso”.
El juego mediático, piensan algunos, tiene reglas tácitas. Otros, como Vicuña, quedan salpicados de lleno. La última pregunta buscó la reacción humana: ¿qué haría él si recibiera un mensaje personal de Vicuña, pidiendo explicaciones? Kaczka eligió la comprensión por sobre la polémica: “En ese caso no estaría en mis manos, pero comprendería, trataría de bancar, de acompañar lo que hacemos en los laburos como productores y como compañeros: ponerte un poco en el lugar del otro”.
La exposición y el juego sin fin parecen no tener respiro. ¿Hasta dónde puede soportar una persona el fuego cruzado de la televisión y los recuerdos? ¿Cuánto pueden hacer los protagonistas, y cuánto está fuera de su control?