Gualeyos por el Mundo
Carolina Recalde: Tailandia 2ª Entrega
Al terminar nuestro recorrido en Phi Phi fuimos a la isla de RAILAY que está cerca de la ciudad de Krabi en Tailandia. Es muy famosa porque se puede escalar sus montañas, pero nosotras queríamos descanso luego de tanto buceo, especialmente Mari. Por lo que pasamos los 4 días en la playa, a mucho sol, carioca y mates.
Durante nuestra estadía en el sudeste no dejamos de probar los famosos masajes corporales Balineses y Tailandeses. En particular, me gustó mucho más el Balinés ya que es relajante, mientras que el Tailandés es descontracturante.
Luego de los días de playa, nos fuimos a la 3er parada. Volvimos a la ciudad de Krabi para tomarnos un vuelo a Chiang Mai. CHIANG MAI nos recibió con un calor agobiante, donde sólo nos permitía salir temprano a recorrer sus templos, para volver al hotel en el horario de siesta y poder salir otra vez a la noche. Lo curioso es que están en invierno, pero con ¡35 grados!!! Algunos vestían remeras mangas largas y/o campera, primero pensamos que era por el sol, hasta que un guía nos dijo que para muchos eso es frío, ya que en verano logran llegar o superar los ¡50 grados!
Estando ahí, aproveché a conocer la ciudad de PAI que está cerca. Fui por el día, aunque la verdad es que es un lugar para ir mínimo 3 días. Ahí me esperaba Camilo Echegaray, otro gualeyo, que me llevó en la moto a recorrer lo más característico de la zona como una cascada.
Lo más ansiado del viaje venía ahora, el viaje de Chiang Mai a BANGKOK, nuestra última parada en Tailandia. Lo haríamos en el tren nocturno. Muy famoso ya que podes dormir cómodamente en él durante las 13hrs. de viaje, y para el cual tuvimos que reservar un mes antes de ir. Compramos en 2da clase, porque ésta ofrecía los asientos que se hacían cama. Fue una experiencia distinta, hay restaurante adentro y personas que vienen a armarte la cama con sábanas y mantas. El tren tiene unos años y no todos los asientos tienen enchufes para el celular, pero es muy recomendado.
Bangkok es una ciudad muy cosmopolita, tiene mucha variedad entre lo local y el ruido y luces de las ciudades grandes. Ventas de insectos en brochetas o cocodrilos enteros qué iban rebanando para probar en sanguches. La verdad no nos animamos a comer ninguno de los dos, pero sí probamos el famoso Té Tailandes y frutas locales.
Vimos dos caras muy distintas de Asia, por un lado sus playas y su verde naturaleza y, por otro, las ciudades que mezclan mucha arquitectura antigua junto con moderna, especialmente Bangkok.
Dato a color es que con Mari ya hemos coincidido y viajado juntas por Europa, Australia y ahora Asia. ¿Se vendrá algún próximo? Nada está dicho, pero algo es seguro, he conocido a la mejor compañera de viajes. Gracias amiga.