En la presentación, los comerciantes manifiestan su preocupación por el arribo constante de nuevos establecimientos sin regulación adecuada, especialmente en lo referido a la cantidad de habitantes por zona, metrajes permitidos y requisitos para habilitaciones comerciales. Aseguran que esta situación estaría provocando un perjuicio directo al comercio local, que cumple con impuestos, habilitaciones y normativas laborales.

El planteo incluye un pedido expreso para que se adopten medidas urgentes a fin de “evitar mayores perjuicios” y proteger la actividad económica formal. Según explican, existen antecedentes en los que se establecieron límites a la cantidad de supermercados por cuartel, una medida que —aseguran— debería retomarse para equilibrar la competencia.

También advierten sobre la importación masiva de mercadería mediante contenedores, lo que colocaría en desventaja a los comercios locales que no cuentan con la capacidad económica para acceder a ese tipo de abastecimiento. “Si no existiera esa competencia desigual, los comercios locales podrían competir entre sí y posiblemente bajar los precios gracias a la demanda”, expresan.

Otro punto señalado es la falta de generación de empleo genuino, ya que —según denuncian— algunos de estos comercios funcionarían con personal en condiciones informales y con extensas jornadas laborales. A ello se suman diferencias en las exigencias de habilitación, donde aseguran que a los comerciantes locales se les solicita una amplia documentación y pagos periódicos, mientras que otros establecimientos abonarían tasas de manera anual o con mayores facilidades.

Finalmente, los comerciantes subrayan que la situación requiere definiciones claras y controles más estrictos, ya que “hay mucho por resolver y las soluciones existen”. El pedido ya fue presentado y esperan una pronta respuesta de las autoridades municipales y legislativas.