Por su parte, el profesor Vega hizo un breve comentario de ambas obras y, a continuación, su esposa leyó “Desengaño”, uno de los poemas que forman parte de “Recuerdos entre paredes”. Seguidamente, el Dr. Vasallo se refirió a su gusto por la literatura, a obras que reflejan su niñez y adolescencia, como también novelas que marcan una postura ante la división social y enfrentamiento que acarrean los fanatismos religiosos y destacó que ya retirado de su larga trayectoria en la medicina puede dedicarse a la lectura y a la creación literaria.

Finalizada esta parte de la presentación, la actriz y cantante Ana Frías entregó dos bellos temas de tango, ambos de diferentes estilos. Cerró la agradable velada el joven pianista Nicolás Molina interpretando una Sonata de Beethoven, recibiendo nutridos aplausos y felicitaciones.

Cabe destacar que lo producido de la venta de los libros, el Dr. Vasallo lo donó a la Cooperadora del Hospital San Antonio.

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 “Me verás en las rosas de tu jardín”

Comentario de Tuky Carboni

   La primera parte de este libro nos narra la amistad que surge entre dos niños que concurren a la misma escuela primaria. Es una relación inocente, como lo son casi todas las relaciones que surgen cuando recién estamos despertando a la vida; una amistad basada en afinidades y empatías, esperanzas, descubrimientos y juegos propios de la infancia. Al narrar esta historia, ocurrida alrededor de mediados del siglo pasado, el autor ha sido sumamente meticuloso al describir el entorno en el cual se desarrolla esta amistad. Es algo que considero muy valioso para que el lector pueda ubicarse, porque los cambios que han ocurrido entre esos años y el tiempo que hoy vivimos han sido muchos y muy variados. Por ejemplo se mencionan costumbres familiares, formas operativas comerciales, programas educacionales que ya no se usan, conductas humanas que tampoco se conservan, valores que se han devaluado.

 Siguiendo con el desarrollo de la novela, estos infantes van creciendo, madurando, aprendiendo, siempre juntos, siempre compartiendo el mayor tiempo posible; inclusive, visitándose el uno en la casa del otro, con la aprobación de sus padres; a pesar de que la familia de la niña profesa la religión judía y el chico la católica apostólica romana.

   Así, siempre juntos, ambos llegan a la adolescencia, con el correspondiente despertar derivado delos cambios hormonales propios de esa edad; hasta que un día se dan cuenta de que ambos están enamorados. A partir de ese momento, la novela se transforma en una historia de amor. Una bella y a la vez desgarradora historia de amor. Bella porque hay verdadera comunión en cuanto a los propósitos de vida, afinidades sumamente afianzadas, coincidencia de ideales. Desgarradora porque, a pesar del amor que se profesan y de sus sueños de una vida compartida, una circunstancia ajena a sus decisiones se encargará de separarlos.

Hasta acá, una típica historia de amor muy bien narrada, con detalles muy interesantes y un final lamentable pero bastante previsible, dadas las circunstancias familiares que rodean a la pareja.

 En la segunda parte de este libro, el autor sufre una metamorfosis, como dice Ralf Émerson, cuando habla de una transformación profunda: la novela se convierte en un ensayo.  Un ensayo relacionado con el tema que aborda la novela, por supuesto.  El autor hace una exégesis de la situación que ha separado a los amantes. Recorre las premisas fundamentales de las religiones que se expandieron por Europa y el cercano oriente; sus mandatos apodícticos y las consecuencias de la fe llevada al extremo. Cita y plantea diversas situaciones y actitudes deimportantes personajes históricos, y las consecuencias que debió padecer, como, por ejemplo Baruch Spinoza, uno de los filósofos/ místicos/pensador que personalmente más admiro;explicaargumentos que se adujeron en esa época para justificar decisiones que hoy casi todos juzgaríamos de extrema crueldad, casi brutalidad. Todos hemos leído acerca de la tristemente célebre Inquisición, muy impropiamente llamada santa, y los horrorosos métodos que aplicaba para que el acusado confesara crímenes que no había cometido. El dr.Vassallo analiza con rigor científico la delgada línea que separa la fe del fanatismo. Él mismo lo dice: “Traté de hacer un análisis objetivo y desapasionado”, decisión que admiro y quiero destacar, porque implica una valentía intelectual que lo expone a críticas de parte de los practicantes ortodoxos de cualquier sistema religioso. Personalmente, me resulta casi imposible encontrar palabras que hagan justicia a la lucidez y la ecuanimidad con que el Dr. Vassallo expone temas que son realmente muy sensibles para casi todas las personas que hemos nacido y profesado la fe católica; pero además, el autor lo hace sin descalificaraunquecon la valentía y laresponsabilidad que implican abordar un tema tan delicado.

   Siempre he creído que la apreciación de cualquier rama del arte es una experiencia personal e intransferible. Todos vivenciamos, interpretamos, o sentimos de manera diferente cuando escuchamos una música, contemplamos un cuadro o leemos un poema. Por esta poderosa razón, aunque no es mi costumbredar consejos, si no me los piden expresamente, me permito sugerirles que sean ustedes mismos los que lean este valioso estudio que el Dr. Vasallo nos entrega; que sean ustedes los que puedan interpretar la esencia de este libro y saquen sus propias conclusiones. Nos toca vivir una época decisiva para la humanidad; todos los días nos llegan noticias de guerras o amenazas de conflictos bélicos, incitaciones a la violencia extrema. En nuestra propia patria comprobamos diariamente los resultados del fanatismo a ultranza, los enfrentamientos, las descalificaciones hacia el prójimo que piensa diferente. Leer “Me verás en las rosas de tu jardín” puede ayudarnos a morigerar nuestro caprichode querer tener siempre la última palabray el insano deseo de querer ganar siempre, ganar a cualquier precio.

 Muchas gracias por la compañía y por prestarnos atención.