Dr. Abel Albino alertó sobre la desconfianza y llamó a la solidaridad
El reconocido pediatra y fundador de CONIN, Dr. Abel Albino, brindó el sábado 13 de diciembre por la mañana una charla abierta y gratuita en el Colegio Médico de Gualeguay, donde dejó definiciones profundas sobre pobreza, primera infancia, compromiso social y el rol de la comunidad en la transformación del país.
Ante un auditorio atento, Albino compartió su recorrido profesional y la experiencia acumulada a lo largo de más de cinco décadas de trabajo en la prevención de la desnutrición infantil. Con un mensaje claro y esperanzador, sostuvo que “la sociedad no es tan compleja como parece” y que, si se entiende el problema y existe compromiso real, los cambios pueden lograrse en menos tiempo del que se imagina.
Los cinco pasos para una gran nación
Durante la charla, el médico presentó lo que definió como los cinco pasos fundamentales para construir una gran nación, una síntesis que —según remarcó— entusiasma porque ordena prioridades y ofrece un camino concreto:
- Preservar el cerebro del niño durante el embarazo y los dos primeros años de vida, los llamados primeros 1000 días.
- Educar ese cerebro, garantizando acceso a la educación desde la primera infancia.
- Instalar cloacas.
- Proveer agua corriente y caliente.
- Garantizar luz eléctrica.
Albino explicó que si se cuida el desarrollo neurológico temprano y se acompaña con condiciones básicas de saneamiento y servicios, se sientan las bases reales del desarrollo de una sociedad.
“Un pediatra se forma en cuatro o cinco años; un plan económico que saque a un país del atraso tarda 15 o 20 años, una generación. Por eso la clave está en la infancia”, afirmó, recordando su experiencia en Chile, donde se formó gracias a una beca atraído por el prestigio de la pediatría chilena.
La experiencia chilena y el modelo CONIN
El pediatra relató cómo vivió de cerca el nacimiento del modelo impulsado por el profesor Fernando Monckeberg en Chile, en un contexto de pobreza extrema y alta mortalidad infantil. Ese modelo fue el que, años después, decidió traer a la Argentina.
“Hace 30 años trajimos esta forma de trabajar, con centros de prevención y no solo de tratamiento. Prevenir siempre es mejor que curar”, explicó. Actualmente, CONIN cuenta con 115 centros de prevención en todo el país y un solo hospital, una decisión estratégica que, según Albino, permite llegar antes y mejor a las familias.
Gualeguay y la Red CONIN
En ese marco, destacó la labor del Centro CONIN Gualeguay, que funciona desde 2010 en el barrio Defensa Costera. La institución, presidida por la doctora Daniela Carboni Bisso, trabaja con un enfoque integral que combina nutrición, salud, acompañamiento familiar y educación comunitaria, alineado con los principios de la fundación.
La desconfianza, el gran enemigo
Uno de los momentos más reflexivos de la charla fue cuando Albino se refirió a la desconfianza social como el principal obstáculo para la solidaridad y el progreso colectivo.
“La gente se involucra, pero no se compromete. Apoya un poquito, nunca mucho, por la duda, no vaya a ser que me estafen”, señaló. Reconoció que existen motivos para esa desconfianza, vinculados a estafas y engaños recurrentes, pero advirtió que eso no debe paralizar a la sociedad.
“Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece”, expresó, destacando que hay mucha gente buena, trabajadora, comprometida y eficiente que no suele ocupar titulares.
Compromiso y acción colectiva
Albino invitó a repensar el individualismo y a reconocer que todos vivimos gracias al trabajo de otros. “Nos bañamos con agua que alguien llevó, transitamos por caminos que alguien construyó, usamos servicios que alguien pensó. La pregunta es: ¿qué vamos a dejar nosotros?”, planteó.
Con ejemplos simples, llamó a practicar una solidaridad concreta, que no se limite a la empatía verbal sino que se traduzca en acciones reales. “Ser nosotros mismos la causa eficiente de la solución”, resumió.
Un mensaje de esperanza
La charla cerró con un mensaje claro: pese a las dificultades, no todo está perdido. Para Albino, si se supera la desconfianza y se logra un compromiso genuino y sostenido —especialmente desde el Estado, como política a largo plazo—, el cambio es posible.
“Si lo entendemos y si nos comprometemos de verdad, podemos avanzar mucho más rápido”, concluyó, dejando en Gualeguay una reflexión profunda y una hoja de ruta concreta para pensar el futuro desde la infancia.