Inauguró en Centenario y Segundo Gianello
“El Candil” ya ilumina las noches del Club BH

El pasado viernes 18 de julio, en la esquina de Centenario y Segundo Gianello, dentro del predio del Club BH, abrió sus puertas El Candil, un nuevo espacio gastronómico impulsado por Carlos “El Negro” Denardi. Con una propuesta de comidas rápidas y caseras, y una ambientación acogedora, El Candil se presenta como una alternativa para socios, jugadores, simpatizantes del club y vecinos de la ciudad.
En diálogo con El Debate – Pregón, Denardi compartió los detalles y emociones detrás de este proyecto.
—Carlos, ¿cómo nació la idea de este emprendimiento?
—Hace dos años tenía ganas de emprender en este lugar porque me gustaba mucho la esquina, veía que tenía potencial, que el club necesitaba un espacio para sus socios, para sus amigos, para la gente de Gualeguay. Finalmente, este año lo concretamos. Fue algo muy personal también… luego de perder a mi pareja, sentí la necesidad de seguir adelante. Pensé: “tengo que hacer algo”. El trabajo ayuda a despejar la mente. Alguna vez tuve un bar en Paraná, pero fue por poco tiempo. Esta vez lo encaré de lleno.

—¿En qué estado encontraste el local cuando comenzaste?
—Estaba la estructura, pero todo lo demás había que hacerlo desde cero: pintura, instalación eléctrica, cocina, mobiliario. Rehicimos todo. La idea era darle una impronta propia, crear un espacio donde la gente venga, comparta una pizza, un sándwich, una cerveza después del partido. Un lugar que se sienta parte del club.
—¿A qué público está orientado El Candil?
—A todos. Al socio del club, al jugador, a la familia que pasa por ahí, a la gente que quiera tomarse un café a la mañana o a la tarde. Los horarios aún se están ajustando, pero la idea es abrir desde las 9 hasta después del mediodía, y luego desde las 18 hasta la noche.
—¿Por qué elegiste el nombre “El Candil”?
—Es un homenaje a mi señora, Brígida Caraballo. Durante la pandemia, cuando tuvimos tiempo libre, ella se dedicaba a restaurar muebles y decorar. El nombre surgió de un proyecto que compartimos en ese momento. Hoy quiero tenerla presente en este lugar. Todo esto también es por ella.

—¿Qué tipo de comidas ofrece la carta?
—La carta no es extensa, pero sí variada. Hay pizzas, hamburguesas, lomitos, sándwiches de cerdo, pastas, cazuelas, milanesas, napolitanas… Todo casero, hecho con dedicación. Algo simple pero rico, accesible para todos.
—¿Planean tener mesas al aire libre en verano?
—Sí, si la municipalidad lo permite, vamos a poner mesas en la vereda. Para que la gente pueda disfrutar de una comida o una cerveza al aire libre, con precios económicos. Que sea un espacio abierto y amigable.
—¿Pensás sumar propuestas culturales o musicales?
—Sí, seguramente más adelante haremos algún espectáculo, algún karaoke, cosas para que la gente se acerque, se divierta, comparta con amigos. Que El Candil sea también un punto de encuentro.

—¿A quién te gustaría agradecer en este momento tan especial?
—A mi familia, a mi hermano, a los hijos de Brígida, a ella misma. Sin ella, no hubiese podido hacer esto. A todos los que me dieron una mano, a quienes me alentaron. A Martina Gervasoni, que me ayudó con el diseño del local, y a los amigos que me dijeron “Negro, dale, esto te va a hacer bien”. Hoy es un día especial, el lugar está lleno, y estamos tratando de cumplir con todos.