En la sede de la Rural
"El Freno": Tradición, cultura y pasión en la Tercera Muestra de Aperos
Este sábado por la tarde, la sede social de la Sociedad Rural de Gualeguay se convirtió en el epicentro de una jornada cargada de historia, identidad y tradición. Con notable éxito se llevó a cabo la tercera edición de la Muestra de Aperos, denominada en esta oportunidad: “El Freno”, en homenaje a este elemento esencial del mundo ecuestre.
La exposición ofreció una impresionante selección de piezas auténticas, entre ellas entre 80 y 100 frenos antiguos, cuidadosamente conservados y de gran valor histórico y cultural. Tal fue la relevancia del evento, que recibió el reconocimiento como “De Interés Cultural” tanto por la Cámara de Senadores de Entre Ríos como por el Concejo Deliberante de Gualeguay.
Una organización con alma gaucha
Detrás de esta iniciativa se encuentra un grupo de amigos apasionados por la cultura criolla: Nicolás Sívori, Leandro Caballero, Matías Benítez y Mariano Benedetti, quienes año tras año ponen en marcha esta propuesta con la colaboración de la Sociedad Rural Gualeguay y el acompañamiento de la Dirección de Cultura municipal, dependiente de la Secretaría de Turismo, Cultura y Deportes.
La apertura contó con la presencia de destacadas autoridades: la presidente de la SRG Magalí Siviglia, la directora de Cultura Nora Ferrando, el presidente del H.C.D. Efraín Martínez Epele, la concejal Marisol Gómez, el diputado nacional Francisco Morchio y el senador departamental Dr. Casiano Otaegui.
Entre los invitados especiales brilló el artesano Pablo Ramón “Cacho” Rodríguez, soguero de oficio, quien a los 9 años aprendió a trenzar látigos siguiendo el legado de su padre. En la muestra presentó dos piezas de su autoría: un freno y un bozal confeccionados en la década de 1970.
Una muestra viva del pasado
La exposición contó con una exquisita colección de frenos de diversas épocas —desde el siglo XVIII hasta el XX— y confecciones. También se presentaron aperos tradicionales: recados de trabajo, recados de pasadores de la llanura, monturas de amazona en suela, lomillos porteños y recados mesopotámicos. A esto se sumó una notable colección de ponchos históricos y regionales, entre ellos piezas asociadas a la gesta fundacional del país.
Uno de los grandes atractivos fueron dos carruajes antiguos: un modelo Surrey norteamericano, destinado a la caza de presas, y un modelo Atalaya interamericano de transporte de pasajeros. Ambas piezas del siglo XIX fueron cedidas por la familia Berisso, y se exhibieron en la fachada del edificio rural como verdaderas joyas del patrimonio rodante.
La palabra de los protagonistas
En diálogo con El Debate – Pregón, uno de los organizadores, Leandro Caballero, expresó:
“La verdad que estamos contentos porque estamos compartiendo entre amigos, que eso es lo más importante. Gente que le gusta sumarse, que es lo primordial. Año a año intentamos levantar un poquito más la vara, gracias a la colaboración de estancias, establecimientos rurales y vecinos de Gualeguay”.
Sobre las piezas en exposición, señaló:
“Tenemos alrededor de 120 frenos catalogados, todos diferentes, con su idiosincrasia, su cronología, sus formas. El freno es un elemento simple y rudimentario, pero de gran riqueza cultural. No olvidemos que trae influencias que vienen desde la invasión mora a la península ibérica y llegan a estas tierras con los primeros adelantados”.
Cierre con historia y saber
La jornada concluyó con una charla a cargo de Santiago Marsili, quien ofreció una mirada técnica y antropológica sobre la historia y evolución del freno, cerrando así un día que combinó exposición, saber popular y pasión criolla.
Esta muestra se suma a una serie de encuentros temáticos que comenzaron con “El Poncho” en su primera edición y “El Estribo” en la segunda, consolidando una propuesta cultural que ya se ha convertido en un clásico del calendario rural y tradicionalista de Gualeguay.