Fundación Innovar: “Encontramos un propósito al mirar el cielo”

—¿Cómo fue el primer contacto con Gualeguay?

—Bueno, yo soy una persona grande y fue mi sobrina —que es joven— quien me enseñó a usar Instagram. Empecé a explorar la aplicación y, en ese contexto, apareció Diego Larrosa junto a su esposa. Me llamó la atención y pensé: “¿Quién es este pibe?”. Con Javier venimos donando telescopios en distintas partes del país. Por ejemplo, hicimos una experiencia en Salta, donde donamos un telescopio a un museo. A partir de un acuerdo conjunto, nosotros aportamos el telescopio, el museo pone el lugar, y el Conicet da clases. Entonces, me encontré con este “loco” —como le digo con cariño— en Instagram, sin saber muy bien cómo funcionaba la red. ¡Hasta estaba buscando un lavarropas y apareció él! Así lo contacté. Nos entusiasmamos mutuamente, y como la fundación tiene entre sus objetivos donar telescopios —tal como figura en nuestro programa aprobado por la Inspección General de Justicia—, siempre estamos buscando destinatarios adecuados. Así surgió este hermoso vínculo.

—Imagino que deben estar muy conformes con la recepción que tuvieron por parte de Diego, quien gestionó todo para que el telescopio llegue a Gualeguay.

—Sí, la verdad es que él facilitó absolutamente todo. Fue nuestro contacto en la ciudad, y se encargó de mover todos los engranajes para concretar la donación. Como decía Armando, está en el ADN fundacional de Innovar realizar este tipo de acciones. Para nosotros, contribuir con entidades que tienen la trayectoria de esta biblioteca es realmente un honor. Es un motivo de orgullo sumar nuestro pequeño grano de arena a una historia tan rica como la de la Biblioteca Popular “Carlos Mastronardi”.Contar con Diego, con Florencia y con Fermín —a quien ya vemos como un futuro astronauta— nos facilita muchísimo las cosas. Desde el primer contacto notamos algo muy especial en Diego: hay actividades que solo admiten fanáticos, porque no se pueden hacer a medias. Y él no puede —ni intenta, ni podría— ocultar su fanatismo por esto. Es un placer enorme interactuar con personas así.

—Se mencionó una exposición de arte relacionada con el telescopio. ¿La idea es también generar una propuesta abierta a la comunidad?

—Sí, sobre todo a partir del impacto que genera una donación de este tipo. Un telescopio no es un objeto común en las donaciones. Generalmente se donan libros u otros materiales. Pero un telescopio despierta curiosidad, motiva a la comunidad. La idea es que las imágenes obtenidas, y las actividades astronómicas que surjan en Gualeguay, sigan circulando. También nos gustaría documentar lo que ocurra, seguir de cerca cómo evoluciona todo, y articularlo con expresiones artísticas. Sería interesante, por ejemplo, ver cómo los chicos traducen lo que ven en el cielo en dibujos, textos, fotografías. El universo inspira.

—¿Podrían contarnos un poco más sobre la Fundación Innovar y su misión?

—La fundación funciona desde 1997. En los últimos años, los programas en los que avanzamos están muy vinculados a la astronomía. Javier, que es oceanógrafo y sabe mucho sobre el tema, se ocupa de ir a las escuelas, dar clases a chicos, a docentes, a familias. Muestra cómo se usa el telescopio y se queda a compartir la experiencia. Para nosotros, esa es una de nuestras funciones esenciales.A través de mirar el cielo y las estrellas encontramos un propósito. No solo desde la ciencia, sino también desde lo simbólico: observar las estrellas es proyectarse al futuro. Nos interesa trabajar con las escuelas, con los chicos, y también vincular todo eso con el arte. Esa es la misión de nuestra fundación, y la llevamos adelante con mucho compromiso. Como decía Javier, es un honor para nosotros participar y también nos nutre profundamente.