Responde a una editorial de El Debate Pregón
Gianini: No existe una vía intermedia: socialismo o libertad
El presidente de La Libertad Avanza de Gualeguay le contesta una nota publicada en nuestro diario "a modo de generar un sano debate"
Habiendo leído la editorial del 29 de junio de 2025 “El rugido del león: el ascenso de Javier Milei, la construcción de una nueva identidad política y sus contradicciones”, no puedo dejar de advertir – a modo de generar un sano debate-, que el enfoque crítico que el autor hace sobre el ascenso y desempeño de Javier Milei en el gobierno no hacen más que poner en evidencia que estamos frente al final de un sistema populista que dejó a 60% de los argentinos por debajo de la línea de pobreza.- Digo esto porque pareciera que los defensores del populismo ya no saben a qué acudir para intentar desacreditar al gobierno, y recurren a críticas que van construyendo a partir de contradicciones puntuales totalmente superfluas a las que analizan desde una posición “ultra moralista”, lo que sorprende dado a que justamente los Argentinos mejores que nadie podemos dar fe de la desidia ética y moral que vivimos los últimos 70 años de gobiernos populistas.
En apenas un año y medio de gestión de Javier Milei se logró PBI +5,8%; Consumo +11.6%; Inversión +31.8%; salarios +3.4%; Pobreza del 54.8% del primer trimestre del 2024, bajó al 31.7% al primer trimestre del 2025; créditos hipotecarios +822%; 1.5% de inflación; eliminación de curros y privilegios de la política; estabilidad social, etc.. No obstante, pareciera que de eso no conviene hablar, y entonces recurren a rebuscadas críticas superfluas mal intencionadas, como por ejemplo criticar la designación de Bullrich a quienes ellos ven como una represora, en cambio la mayoría de los argentinos ven a alguien que equiparó el ejercicio del derecho a huelga al ejercicio del derecho de libre circulación de las personas, o sea lo esperable que ocurra en cualquier país normal que vive en democracia, donde el soberano sigue siendo el pueblo y no una casta sindical. También resalta, como crítica relevante de la gestión del Presidente, una supuesta alianza con Macri y la incorporación de peronistas a su equipo de trabajo, lo cual, desde mi punto de vista no veo cual es el inconveniente o como ello puede llegar a perjudicar a los argentinos. Como se ha sostenido desde el principio, quienes abracen las ideas de la libertad tienen las puertas abiertas.
Ahora bien, adentrando un poco más en la mencionada editorial, manifestando dicho autor en referencia al Presidente se puede leer “…la apelación emocional a la libertad y el rechazo al Estado convive con propuestas de fuerte centralización del poder en el Ejecutivo, represión de la protesta social y reducción de derechos laborales…”, dicho texto refleja una clara posición socialista desesperante -de verse ya en el ocaso de su sistema empobrecedor-, y pone en evidencia la falta de fundamentos en la construcción de una crítica seria. La primera parte del texto reseñado habla a las claras de una contradicción, pues justamente la libertad que propone el Presidente, es llevar adelante un retroceso de las políticas del Estado por sobre las actividades de los ciudadanos, esto es bregar por mayor libertad del individuo frente al avasallamiento estatal -menos burocracia-, justamente esto no centraliza el poder sino por el contrario lo descentraliza, hasta llegar al óptimo de que el futuro de un país no esté sujeto a un líder omnipotente, sino a las políticas del libre mercado (eliminar la intervención del Estado sobre los factores de producción), lo cual no es más que dejar en manos de los consumidores (el verdadero soberano) el crecimiento de un país. Pero claro, estos socialistas dependen de líderes omnipotentes, que avancen sobre las libertades individuales, bregan por la burocracia estatal en todos los órdenes de la vida del individuo, hasta que llegue un punto en donde todos dependamos de los antojos de un burócrata sentado en una oficina de lujo. No existe un vía intermedia, por lo que cuando le abrimos las puertas al socialismo el final inevitable es el totalitarismo.
Continúa el autor de la editorial con un relato enteramente tendencioso, y en el mismo subestima a los votantes de Milei a quienes tilda de “meritócrita indignado”, esto rompe con todas las expectativas serias de recibir alguna crítica constructiva, ya que si los detractores al gobierno creen que este gobierno es producto o contra el asistencialismo Estatal quiere decir que ni siquiera eran conscientes del abismo que nos deparaba de continuar por la senda socialista. Pero lo contradictorio y mal intencionado de la editorial, emerge al advertir de que justamente es lo que el gobierno no solo ha mantenido –asistencialismo-, sino que lo ha vuelto eficiente, eliminando punteros, gerenciadores de la pobreza, clientelismo, etc. básicamente esto es dejar de utilizar a los pobres para perpetrar en el poder a la casta política y que la ayuda estatal llegue a quienes verdaderamente la necesiten.-
Pero aprovechemos este valioso espacio y el dedicado tiempo del lector en temas un poco más relevantes que buscar contradicciones superfluas.
Justamente las ideas de la libertad que propone Milei, la llamada batalla cultural debe entenderse bajo dos conceptos: el primero relacionado con lo que mencioné con anterioridad, esto es la necesidad de tener gobernantes que respeten las reglas del libre mercado y consecuentemente el crecimiento y desarrollo de un país va a estar en manos de los consumidores que son quienes en definitiva deciden cuales son las empresas que mejores cubren sus necesidades costo/beneficio, y no depender de un líder totalitario omnipotente que a través de la burocracia interfiera en los aspectos económicos productivos de un país estableciendo políticas intervencionistas como el control de precios que no hacen más que destruir a la economía y frenar el desarrollo de un país, tal como lo hicieron los gobiernos socialistas, todos estos invocando un proyecto sin fines específicos solamente con la intención de perpetrarse en el poder. Tal es el caso del Kirchnerismo con el proyecto nacional y popular cuyo único objetivo era mantener viva la llama del proyecto nacional y popular.-
El segundo concepto de la llamada batalla cultural, es el que invita a revelarse frente al estado intervencionista sobre los factores de producción de un país, o sea apostar al capitalismo y al sistema de libre empresa, esto es lo único que nos va a llevar a un desarrollo y crecimiento económico. Por el contrario, un sistema intervencionista solo provoca estancamiento de las empresas que tienen que rendir cuentas al Estado en porcentajes confiscatorios, con el solo objetivo de mantener a esa casta política que son los únicos que van a progresar. En otras palabras, si la empresa no se desarrolla a raíz de estas políticas intervencionistas entonces el país se estanca, si esto ocurre, la mayoría de la población también va a estancarse, y tal como sucedía en el feudalismo monárquico (anti capitalista por definición) el que nacía pobre iba a morir pobre sin posibilidad de crecimiento y el que nacía casta por ejemplo un duque iba a mantener su ducado por derecho hasta su muerte. Este sistema de estancamiento le vino como anillo al dedo a la casta política, pues en un sistema democrático para mantenerse en el poder, el socialismo no puede apostar al crecimiento porque ello es totalmente incompatible con su sistema, de esta manera le quita los ingresos al diez por ciento de la población (empresarios, industriales, productores) y los reparte entre el al 60 o 70 por ciento de la población que se van a mantener por debajo de la línea media de ingresos, y de esta manera se compran el voto de la mayoría empobrecida y estancada. -
Dr. Agustín Gianini
Pte. La Libertad Avanza Gualeguay