Salud
Gimnasios en crecimiento: ¿una actividad saludable que faltaría mayor regulación?

En los últimos años, Gualeguay ha sido testigo de un crecimiento exponencial en la apertura de gimnasios y espacios destinados a la actividad física. ¿Se trata simplemente de una tendencia saludable o estamos frente a una realidad que exige respuestas desde el Estado? ¿Puede sostenerse esta expansión sin un marco normativo que garantice condiciones mínimas de funcionamiento?
El auge del entrenamiento físico y el bienestar personal ha generado un impacto innegable en la vida cotidiana de miles de gualeyos. Sin embargo, esta realidad plantea interrogantes urgentes: ¿quién controla que estos espacios cumplan con las condiciones de higiene y seguridad adecuadas? ¿Qué formación tienen los profesionales a cargo de las rutinas y clases? ¿Cómo se protege al usuario frente a posibles riesgos físicos y sanitarios?
Es por ello que resulta fundamental que el Estado municipal esté presente, estableciendo pautas claras y condiciones que den protección jurídica tanto a los propietarios de gimnasios como a las personas que asisten. No se trata de limitar el desarrollo del sector, sino de acompañarlo y ordenarlo, para garantizar un crecimiento responsable y seguro.
Actualmente se impulsa aspectos claves: habilitación formal de los gimnasios, registro de profesionales con títulos habilitantes, y exigencias de condiciones edilicias, sanitarias y de seguridad. Además, normas protectivas para los usuarios, como la obligatoriedad de presentar certificados médicos y la prohibición expresa de venta de anabólicos y esteroides.
¿Es razonable que, en pleno 2025, sigamos teniendo gimnasios funcionando sin controles básicos? ¿No deberíamos, como comunidad, exigir que el impulso saludable y deportivo esté respaldado por criterios serios y responsables?
Regular no significa impedir, sino cuidar. Gualeguay necesita que se proteja a quienes hacen del deporte un modo de vida y a quienes apuestan por invertir en este rubro. Es tiempo de actuar con previsión, de garantizar que el bienestar no sea solo una palabra de moda, sino un derecho con respaldo legal.