1783 - 19 de marzo - 2024
Gualeguay celebra el 241º aniversario de su fundación
Hoy, nuestra ciudad, cumple 241 años desde que Don Tomás de Rocamora la fundara el 19 de marzo de 1783. Y, la ciudad, por cierto, atraviesa momentos de tristeza ante el embate de las inundaciones que una vez más volvieron a castigar a la población. Por estas horas, igualmente, la situación tiende al escurrimiento de las aguas y a la calma. En este sentido, Gualeguay, afortunadamente, se ha unido para hacer frente a la emergencia de las decenas de vecinos que han debido evacuarse o auto-evacuarse y, si bien, muchos de ellos están regresando a sus viviendas, han padecido importantes pérdidas materiales.
Historia:
En 1782 el virrey Vértiz envió a Tomás Juan Julián Marcos de Rocamora y del Castillo como comisionado a establecer poblaciones en la zona entre los ríos Paraná y Uruguay, donde habían ocurrido las disputas. Rocamora envió varios informes sobre las posibilidades de la región, utilizando el término “Continente de Entre Ríos”, nombre que luego tomó la región. En los informes brindó datos sobre las 1.200 familias que habitaban la zona, de las buenas condiciones geográficas que alentaban al desarrollo de la ganadería, como también, de los conflictos que los pobladores mantenían con los terratenientes. En este sentido proponía la unificación de los partidos de Gualeguay, Gualeguaychú y Arroyo de la China, bajo un único comando.
En septiembre del mismo año, Vértiz creó el cargo de Comandante General de Entre Ríos y nombró a Rocamora. De esta manera los Partidos de Gualeguay, Gualeguaychú y Arroyo de la China, sumados a Nogoyá y La Bajada, pasaron a jurisdicción de Buenos Aires con dependencia directa del Virrey.
En 1783, Rocamora fundó las villas de San Antonio de Gualeguay Grande, Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) y San José de Gualeguaychú. Gestionó ante el Rey la categoría de «villa», otorgó instituciones y autoridades municipales, como los cabildos, y autorizó el faenamiento y exportación de cueros del ganado cimarrón.
Esto motivó diversas protestas del vecindario, Quiroga y Taboada no es hombre de darle muchas vueltas a las cosas, a fines de 1781, ya había instalado la nueva capilla en el lugar. El párroco se inclinaba por San Sebastián y los vecinos se mantenían fieles a San Antonio.
Las cosas llegaron a tales extremos que el cabildo de Santa Fe dispondría que los pobladores se manifestaran para elegir el patrono. De tal manera, en un acto de evidente raíz democrática, aunque su forma se desconoce, el vecindario eligió a San Antonio. Al fundar la villa del Gualeguay Grande, Rocamora puso especial dedicación en la construcción del templo, con precarios elementos, en el mismo lugar donde en la actualidad se encuentra la edificación religiosa.
Gualeguay nació como símbolo de la bravura del hombre frente a la naturaleza arisca. A golpes de hacha, los futuros pobladores desbrozaron el monte. Corría el mes de marzo de 1783 cuando 150 hachazos cortaban, casi al compás, la tupida vegetación donde se levantaría Gualeguay. El día 19 se distribuyeron los terrenos. Al día siguiente, Rocamora fiscalizó la elección de los miembros del Cabildo. Se decidió que la villa estaría bajo la protección de San Antonio, por eso fue llamada San Antonio de Gualeguay.
Su fundación
Las leyes de Indias establecían con precisión los pasos a seguir para la fundación de villas. Primero había que limpiar y nivelar el terreno. Una vez realizado el trabajo (a veces muy difícil, por los montes bravíos de nuestra provincia), el fundador marcaba los límites de la plaza, que debía tener cuatro manzanas que daban a la plaza se reservaban para edificios públicos. El resto se repartía entre los vecinos. Las viviendas eran ranchos, con paredes de barro y techo de paja. Con el fin de evitar los incendios, no podían estar muy próximos entre sí. Más allá de la zona principal había terrenos para la instalación de huertas, quintas y chacras. Este sistema de organización había sido tomado directamente de los antiguos romanos, que daban a esta división en cuadrícula el nombre de cardus y decumanus, para indicar los ejes principales en que se dividía el terreno.
Ordenamiento
El Virrey envió al militar criollo Don Tomás de Rocamora a realizar una gira de inspección por nuestra provincia, con el encargo de relevar todos los aspectos de este territorio. De regreso, el informe fue contundente: había que fundar villas que acabaran con los asentamientos espontáneos, que eran positivos, pero desordenados. Bajo esta acción nacieron las tres villas de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. Como si esto fuera poco, "bautizó" a la provincia con el nombre que, orgullosamente, sigue llevando: Entre Ríos.
Gualeguay es la ciudad cabecera del Departamento Gualeguay en la Provincia de Entre Ríos, República Argentina. Es por su población la quinta ciudad más grande de la provincia, después de Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay.
La ciudad de Gualeguay tiene 57.000 habitantes aproximadamente y un ejido de 117 km2 que incluye a Puerto Ruiz.
Con la batalla del cerro de la Matanza, encabezada por el teniente gobernador de Santa Fe, Francisco Antonio Mujica, se concretó la extinción de los aborígenes chanás y charrúas.
A mediados del siglo XVIII, las tierras entrerrianas comenzaron a ser ocupadas por familias procedentes de Santa Fe y la Bajada, principalmente por españoles, criollos y algunos portugueses. La mayoría de los inmigrantes se situaron a orillas del arroyo Clé, integrando el primer agrupamiento social que puede considerarse remoto antecedente de Gualeguay. Pero las inundaciones frecuentes llevaron a varios pobladores a buscar ubicación en lugares más altos, situándose al norte de la actual ciudad.1
Fue fundada el 19 de marzo de 1783 por Tomás de Rocamora quien la bautizó Villa de San Antonio de Gualeguay Grande, en honor a quién sería su santo patrono, San Antonio de Padua. Al momento de su fundación comprendía 56 manzanas donde se albergaban 150 vecinos.
En febrero de 1782, siendo Tomás de Rocamora Ayudante Mayor y prestando servicios en el Regimiento de Dragones de Almansa, el virrey Vértiz lo designó para que interviniera en los conflictos que se habían generado en la parroquia de Gualeguay, en la que pobladores del lugar y foráneos ejecutaban toda clase de delitos.
Plaza Constitución e iglesia San Antonio.
Instruir un sumario sobre los disturbios de Gualeguay y pacificar al vecindario constituyeron la primera misión de Rocamora en lo que él llamaría la provincia de Entre Ríos. Realizó el reconocimiento del territorio desde Paraná a Gualeguaychú, constatando la inexistencia de villas o poblados y, por primera vez, los pacíficos pobladores que sembraban la tierra y criaban animales encontraron un funcionario idóneo, a quien presentarse para plantear sus problemas y quejas.
El 11 de agosto de 1782, Rocamora dirigió un pliego al Virrey Vértiz que adquiere trascendencia histórica: junto al rudimentario mapa hizo un amplio y descriptivo estudio de la geografía y la economía de la región, sus características más relevantes, ponderando la bondad de los campos, sus pastos, sus aguadas, el clima, sus tierras y bosques.
El primer Cabildo estuvo integrado por el alcalde Vicente Navarro y los regidores Domingo Ruiz, Valentín Barrios y Pedro José Duarte, siendo capitán de milicias Gregorio Santa Cruz.
La ciudad cabecera de departamento está ubicada a orillas del río del mismo nombre, el que virtualmente divide la provincia en dos en su recorrido norte-sur.
Mediante la Ley N° 9735, sancionada el 30 de agosto de 2006 y promulgada el 7 de septiembre de ese año, fue incorporada el ejido municipal de Gualeguay y al Departamento Gualeguay, la isla Gericke. Esta isla ubicada en el río Gualeguay pertenecía hasta entonces al Departamento Islas del Ibicuy.