Juan Luna (Bombero que salvó a una bebé): “Agradecido a Dios por poder colaborar”

Respetamos la primera persona para seguir la voz de Juan. Le pedimos que nos cuente cómo fue la escena: “Estábamos ahí con mi familia en la mega fiesta del Día Niño, en calle Mateo Solís y Suipacha. Yo pertenezco a la congregación y estaba ahí como colaborador, como todos los años. En un momento dado lo que hacemos es jugar con los nenes, hacer coreografías, yo no porque no bailo (risas), pero hacen coreografías y hacen sorteos. Se los invita a los nenes para que suban al escenario y bailen, y de alguna otra forma, darles a esos nenes los regalitos. Después de un momento dado, se termina eso y se procede a darles la merienda. Ahí en la iglesia hacen la chocolatada, le dan la leche y a su vez se les sirve alguna factura, bizcochuelo y demás”, enmarcó.

“En ese momento, yo estaba ayudando ahí a repartir las cosas y mi hermana Soledad ve que una madre con una bebé que empieza a los gritos, se desespera. Eso no lo veo porque yo estaba del otro lado del escenario. Ella estaba en la otra punta. Entonces cuando ve esa situación, ella de inmediato se la quita y me la lleva corriendo hasta donde estoy yo. Me lleva la bebé. En ese momento me la da a mí, desesperada, obviamente diciéndole a la madre que yo era Bombero. Bueno, ahí yo procedo atrás del escenario a hacer las maniobras correspondientes y gracias a Dios, ella vuelve a respirar. La nena tenía la vía aérea obstruida por un pedazo de bizcochuelo o algo de comida, y entonces lo que yo hago es sacarle lo que le estaba obstruyendo y ahí ella volvió en sí”, relató. 

Quisimos saber desde cuándo Juan está en Bomberos, qué tareas realiza y cómo logran que sus agentes actúen con esa naturalidad: “Pertenezco hace unos 10 años a la institución. Gracias a Dios puedo formar parte de la Institución. A lo largo de los años hemos realizado muchas tareas: incendio de campos, incendio de casas, accidentes, todas las labores que hacemos cada uno de los bomberos por querer siempre ayudar y nada más”, enumeró. También consultamos si recibía retribución de la sociedad: “La verdad que sí, en estos casos siempre uno recibe el cariño de la gente. La verdad que la gente con nosotros lo manifiesta todo el tiempo. Desde que vos vas a llevarle agua a un tacho, por ejemplo, a una casa, o, en un momento así como el del domingo la gente está muy agradecida con Cuerpo Activo y eso se refleja en lo que cuerpo y la institución hacen por la comunidad”, remarcó y siguió: “A nosotros la institución nos brinda la posibilidad de hacer capacitaciones y, a su vez, nos brindan todas las herramientas que tenemos. Nosotros, el cuerpo activo, somos los que decidimos si hacerlas o no y por mi parte he hecho muchas. Capacitaciones de RCP, tanto en un adulto como en bebés, también capacitaciones de incendio, de rescate. La verdad orgulloso de poder pertenecer a la institución que pertenezco”, aseguró.

Como párrafo final le preguntamos qué se siente salvar una vida: “Yo digo que no, no salvé una vida. Yo digo que fui un instrumento en la mano de Dios. Yo soy muy creyente y siempre le digo a Dios que me utilice en lo que pueda. Ya sea como bombero, o como sea, siempre poder ser utilizado en la mano de Dios. Uno se capacita y todo, pero obviamente uno no quiere que pasen estas cosas. Y el poder haber ayudado a que la nena hoy esté con vida es una satisfacción enorme. Me llena de emoción y todo porque uno es padre. Yo tengo justamente mi nene más chico que tiene 1 año, y la bebé tiene 8 meses. Y uno enseguida como padre se desespera porque también, quiere ayudar. Así que si usted me pregunta a mí hoy qué es lo que se siente y creo que no sé cómo describirlo. Sólo sé que estoy muy contento, y muy agradecido a Dios por poder colaborar”, cerró. 
 

En el nombre de Juan va nuestro homenaje, una vez más y las veces que sean necesarias, para Bomberos Voluntarios por la tarea que hacen en nuestra comunidad.