Al llegar se observa a un hombre con sus manos ensangrentadas y vidrios en el piso. Minutos antes había sido expulsado del boliche ya que se hallaba ocasionando disturbios y al salir descargó su furia contra la vidriera de un local comercial, provocándose varios cortes por lo cual debió ser trasladado al hospital local donde se le realizaron las curaciones necesarias para luego quedar alojado en esta dependencia por el delito de Daño en flagrancia.