Liebre de Marzo abre sus puertas a una fecha que promete mucho más que un recital. Bajo el nombre “Paseo al borde del abismo”, la noche reunirá a bandas locales, artistas invitados y distintas expresiones culturales, con la idea de construir una experiencia colectiva y accesible.

La iniciativa surgió, según cuenta Joaquín Gálligo —quien se presentará con su proyecto solista Manduví—, de manera sencilla y casi natural: “Hablé con Liebre para conseguir el lugar y armar una fecha. Íbamos a tocar con otra banda que finalmente se bajó, y ahí apareció la posibilidad de reorganizar todo. Somos todos amigos y conocidos, así que fue empezar a llamar y darle para adelante”.

Manduví compartirá escenario con Matías Montoya en un formato especialmente pensado para la ocasión. “Los dos hacemos temas propios, así que voy a cantar algunas canciones de él, él va a cantar algunas mías y después vamos a hacer algo en conjunto. Es lindo compartir con alguien de la misma generación, que viene metiendo hace tiempo y con la misma pasión por la música”, explica.

Para Gálligo, sostener un camino de canciones propias no es sencillo, incluso en tiempos de redes sociales y plataformas digitales. “Hoy hay más facilidades para mostrar lo que uno hace, pero la realidad es que la gente no te conoce hasta que no te ve en vivo. Por eso estas fechas son importantes, porque te permiten encontrarte con el público”.

La noche comenzará a las 22, con apertura de sala, y a las 22.30 se presentará Chavela, una propuesta con canciones propias y ajenas. Luego será el turno de Manduví y Matías Montoya, y pasada la medianoche llegará Chamanes Punk Rock, con su particular cruce de folk y punk rock. El cierre quedará a cargo de La Intriga, banda histórica para Gálligo: “Es la banda con la que empecé a tocar. Vamos a hacer temas de Cielo Razzo, Bersuit, Molotov… un cierre bien arriba”.

Además de la música, “Paseo al borde del abismo” incluirá otros lenguajes artísticos: habrá intervenciones de danza —folklore y tango— entre bandas y proyecciones de cine mudo durante los shows. “Queremos darle otra vuelta de rosca a la fecha, que no sea solo música en vivo, sino un cruce con otras expresiones”, señala el músico.

La entrada tendrá un valor popular de 4.000 pesos, una decisión pensada colectivamente. “Lo charlamos con la gente de la sala. Sabemos que el público es trabajador, sectores populares. Preferimos una entrada accesible para que la gente venga, consuma en la barra y disfrute la noche. Liebre en ese sentido se portó de diez”, destaca.

Gálligo también remarca el rol de la sala en la escena local: “Es un lugar hermoso, que suena bien y que siempre está abierto a las bandas locales. No hay muchos espacios para nuestro estilo de música, y Liebre es uno de los que mejor nos recibe”.

En un contexto económico complejo, el músico entiende estas fechas como un gesto cultural y político en un sentido amplio: “El momento amerita volver a una música más combativa, a decir cosas. Está bueno mostrar lo que hacemos y también combinarlo con las nuevas generaciones y otros estilos”.

La invitación queda hecha: música en vivo, arte, cantina accesible y una noche para apoyar a los músicos locales. La cita es hoy a las 22 en Liebre de Marzo.