Marcelo Bruzzoni
Marcelo Bruzzoni: su telescopio newtoniano
“Mi intención es que todos vean la Luna y los astros, que se concienticen de que es algo maravilloso el cosmos”
Caminando al anochecer por la Costanera nos encontramos con Marcelo Bruzzoni, óptimo, amante de la astronomía que ha fabricado un telescopio, con el cual viaja a distintos lugares para despertar interés en observar la luna y algunos planetas y satélites simplemente por una colaboración a voluntad. Conversamos con él, quien se mostró muy entusiasta con las visitas que recibe diariamente.
Así se presenta: -Mi nombre es Marcelo Bruzoni. Nací en Capital Federal, pero me crie en Gualeguay. Cuando estudiaba en Buenos Aires, en los veranos venía para acá. Mi papá, mi abuelo, mi mamá son de Gualeguay; tengo familiares acá. Esto es mi segundo hogar, me encanta. Estudié Astronomía en la U. de la Plata; en primer año, me di cuenta de que no podía adquirir un telescopio. Entonces pasé a la carrera de Óptica; me fabriqué este telescopio a mano.
Acerca de la fabricación del telescopio y sus características, nos comenta: -Compré el espejo primario, que es la claraboya de un barco; lo pulí a mano durante un año y lo mandé a platear con otros astrónomos. Es un telescopio newtoniano, refractor. Refractor quiere decir que la imagen rebota por espejos y no pasa por ópticas con lentes como los anteojos. La imagen entra por el espejo primario, rebota en este espejo primario, va a otro espejo, el secundario, y sale la imagen por un ocular. Hay lentes que proporcionan el aumento. El telescopio es un f14. Esa denominación indica que puedo ver galaxias, en el campo, y estrellas muy lejanas. Acá tengo mucha contaminación lumínica: sólo puedo ver la Luna, un par de planetas cercanos y nada más.
Más adelante, Bruzzoni comenta: -Yo estaba viviendo en Uruguay. Iba por todas las playas; tengo una moto y un carro. Primeramente, a esto lo hacía en Buenos Aires, con mis amigos, cuando venían a comer en mi casa. Cuando llegué a Uruguay, la pandemia; no tenía trabajo, entonces decidí colocar mi telescopio en la vía pública, para la gente, y cobrar a voluntad, sin precios preestablecidos. La idea es divulgar la astronomía y lo que me gusta. Se entusiasmó mucha gente, me movía por muchas playas. Me fue muy bien; estuve tres años allá, volviendo en todas las temporadas. Todo esto se hacía con permisos para estar en la vía pública, los tenía todos; así que me fue perfecto.
-Ahora vine a visitar a papá. Traje mi telescopio, mi moto, todo. Voy a probar acá, en el parque, para que la gente de Gualeguay, mi gente, que conozco de años y siempre me trató muy bien, tenga la oportunidad de observar nuestro satélite natural y planetas. Cuando vi todo esto, me dije que aquí tenía que poner mi telescopio para que la gente de Gualeguay mire.
Sobre su futuro, nos dice: -Me quedaría unos cinco meses. Luego viajaría a Alemania, tengo allá a mi hermana, para trabajar en una empresa que ensambla telescopios; es lo mío, soy óptico. Sólo trabajo en el campo de los telescopios, puedo armar un telescopio más grande; he trabajado en un planetario; entiendo de todo eso.
-La gente de Gualeguay está interesada, fascinada. Hace tres días que estoy nada más y están todos enloquecidos. En realidad, pasan los chicos y dicen: “Un telescopio, papá, un telescopio…”; y se acercan con sus padres; pero, cuando ven los padres, se quedan asombrados, se ve muy bien. Con su distancia focal, lentes muy buenas, el resultado es un telescopio de muy alta calidad. En óptica, el término para la regulación de los telescopios es “colimar”. Hay que regular los espejos a medida que se va moviendo el telescopio, por los viajes, los movimientos, traslados en auto. Cuando llego a mi casa calibro todo de vuelta, con un láser, para el otro día. Ahora tengo que ir moviéndolo porque no tengo una montura automatizada; la Luna se mueve, la Tierra se mueve. Cuando viene una persona tengo que regularlo de nuevo a mano.
Al finalizar la conversación, expresa: -A la gente de Gualeguay, le digo que están todos invitados a vivir una experiencia muy buena, única; saber cómo se está ubicado en la Tierra, que es un lugar tan chico que no da para pelearse por nada, que se empiecen a dar cuenta de dónde están parados. En cuanto a la Luna y todos los astros, es mi intención de que todos los vean, que se concienticen de que es algo maravilloso el espacio, el cosmos.
N de E.: La dirección en M. Bruzzoni en Facebook es MONJESCOPE