Gualeyos por el Mundo
Marcia Intelesano: Experiencia Italia
Nos comunicamos con Marcia Intelesano quien desde hace un tiempo está viviendo en Italia, pero también ha tenido la oportunidad de recorrer otros países. Su entusiasmo es contagioso pues está disfrutando de una rica experiencia.
“Después de muchas, dudas, miedos, idas y vueltas, con mi novio,Carlos Schimpf, nos decidimos a venirnos a Italia a tramitar la ciudadanía, ya que ambos podíamos hacerla por descendencia sanguínea y queríamos vivir la experiencia de hacerla en un pueblito de acá para conocer cómo es vivir fuera de Argentina.
Llegamos al sur de Italia en abril, estaba empezando el verano europeo, a un pueblito ubicado al lado del mar Tirreno, de hecho nuestra casa quedaba a unos 200 mts. de la costa. Los primeros meses nos instalamos allí y todo fue nuevo y muy hermoso, vivir cerca del mar fue siempre un sueño, además un pueblo donde viven muchos argentinos por lo que nos sentíamos como en casa.
Llegamos sabiendo hablar inglés y lo básico de italiano porque habíamos tomado unas clases allá, pero la verdad es que lo aprendimos más hablando con gente local y principalmente trabajando.
Luego decidimos trabajar y en junio nos fuimos a vivir a Cerdeña, un paraíso de mar azul muy similar al Caribe y de mucha historia cultural y arquitectónica.
Después que terminó la temporada y ya como ciudadanos, pudimos aprovechar y conocer un montón de lugares dentro de Italia y otros países, ya que lo más increíble es que toda Europa está conectada por trenes o colectivos con distancias súper accesibles. En esos otros destinos aprovechamos a comunicarnos en inglés, ya que casi todas las personas entienden y hablan inglés como segundo o tercer idioma.
Actualmente estamos viviendo en Ortisei, un pueblo de unos 5000 habitantes que es conocido como la Joya de Dolomitas, ubicado en la región de Trentino-Alto Adige y sobre un valle llamado así. Estamos a una hora de Austria, por lo que en el pueblo se habla (casi como idioma principal) el alemán y el italiano, y su arquitectura se asemeja mucho más a esa zona que a lo que, al menos yo imaginaba y había conocido, como un pueblo típico italiano. Es un paraíso montañoso, que tanto en verano como en invierno viven principalmente del turismo; vienen turistas de todas partes del mundo.
En invierno tienen muchas pistas de sky, y todo lo que rodea ese deporte, y en verano es conocido por sus senderos de trekking y lagos (muy similar a nuestro sur).
Estamos trabajando en un hotel del pueblo, yo como camarera la cual está siendo una experiencia muy enriquecedora que nunca me hubiese imaginado. Me ha permitido conocer mucha gente de diferentes países, generar amistades, aprender idiomas y mejorar mi inglés e italiano que son los que más uso para comunicarme. (Puntualmente acá el turismo de habla hispana es muy bajo).
Lo bueno de vivir en un pueblo de montaña es que siempre que salimos a caminar podemos encontrarnos con paisajes muy diversos que se convierten en nuevas aventuras, además estamos muy cerca de lugares súper turísticos y podemos llegar en tren a todos lados, por lo que en nuestros días libres siempre aprovechamos a conocer.
En este pueblo somos unos 10 argentinos, y solemos juntarnos a tomar mates, compartir experiencias y charlar. Eso está bueno porque conocés gente nueva y formas lazos con personas que se encuentran en tu misma situación.
Por suerte en ambas experiencias de trabajo nos cruzamos con gente súper amable que siempre nos ayudaron y nos hicieron sentir parte de su familia.
Lo que más me sorprendió de Italia es como, dependiendo la región, mantienen muy fuerte sus costumbres, ya sea por comidas típicas, dialectos y formas de vida. Otra cosa que nos sorprendió es la cantidad de iglesias que hay en todos los pueblos (a veces hay 3 o 4 iglesias en un pueblo de 300 habitantes), como también la variedad de paisajes que podés encontrar, su conexión en tren hasta en los pueblos más chiquititos y desconocidos y con otros países.
La verdad que está siendo una hermosa experiencia y, dure lo que dure, no nos la vamos a olvidar nunca, así como nunca nos imaginamos vivirla, ya que nos fuimos sorprendiendo y cambiando mil veces los planes en el camino.”