Por Diego Larrosa De Zan
Microgravedad ¿Por qué estudiamos cosas en el espacio?
Cuando escuchamos hablar de que hay un laboratorio orbitando nuestro planeta, inmediatamente surge la pregunta ¿De qué nos sirve un laboratorio allí? No es para menos hacerse esa pregunta, ya que se invirtieron miles de millones de dólares.
Este laboratorio, antes, respondía sólo a investigaciones científicas estatales, sólo realizaban experimentos aquellas naciones involucradas en este proyecto llamado Estación Espacial Internacional (o su abreviación en ingles ISS), pero hoy en día las empresas privadas también pueden enviar sus investigaciones científicas. Ya hemos hablado en otro artículo de sus dimensiones, su altitud, velocidad etc. Pero ahora veamos qué hace ese gigantesco laboratorio allí arriba.
Microgravedad
En microgravedad resulta más fácil hacer crecer cristales de proteínas, lo que a su vez permite, una vez en Tierra, hallar su estructura. Conocer la estructura de las proteínas puede servir, en última instancia, tanto para diseñar nuevos fármacos, hasta para comprender mecanismos básicos del organismo. Otras áreas en las que la falta de gravedad es clave son los nuevos materiales y la física de fluidos. En microgravedad es posible hacer crecer por ejemplo espumas metálicas, materiales muy ligeros y resistentes a la vez, e incluso tejidos. Los experimentos en física de fluidos pueden entre otras cosas dar pistas para aumentar la eficacia de los combustibles de coches y aviones.
Ultima misión enviada a la ISS
Algunas de las investigaciones científicas que llegaron a la ISS el día sábado 16 de julio, aproximadamente a las 13:00hs (Arg) son las siguientes:
Mapeo del polvo de la Tierra (EMIT): El polvo mineral que se lanza al aire puede viajar distancias significativas y afectar el clima de la Tierra, la vegetación, la calidad del aire y más. Dicho mapeo podría mejorar nuestra comprensión de los efectos del polvo mineral en las poblaciones humanas ahora y en el futuro.
Envejecimiento más rápido del sistema inmunológico: La microgravedad provoca cambios en las células inmunitarias humanas que se asemejan a esta condición, pero ocurren más rápido que el proceso real de envejecimiento en la Tierra. La investigación de inmunosenescencia, patrocinada por el Laboratorio Nacional de EE. UU. de la Estación Espacial Internacional, utiliza chips de tejido para estudiar cómo la microgravedad afecta la función inmune durante el vuelo y si las células inmunes se recuperan después del vuelo.
Genes, No Cells: La tecnología sin células es una plataforma para producir proteínas sin equipo especializado de células vivas que necesitan ser cultivadas. Esta tecnología podría proporcionar una herramienta simple, portátil y de bajo costo para diagnósticos médicos, producción de medicamentos y vacunas bajo demanda y monitoreo ambiental en futuras misiones espaciales.
Biopolímeros de hormigón: los biopolímeros son macromoléculas de diferentes orígenes, derivados del petróleo, de origen vegetal y muchos son de origen sintético. Analizar cómo la microgravedad afecta el proceso de creación de una alternativa de hormigón hecha con un material orgánico y materiales in situ, como el polvo lunar o
marciano, conocido como un compuesto de suelo de biopolímero. El uso de los recursos disponibles donde se lleva a cabo la construcción permite aumentar la cantidad de blindaje.
Para ver el despegue y acoplamiento de esta misión, ingrese a @gualeguay.observa (Instagram) La estación espacial internacional estará en servicio por lo menos hasta el 2030. ¿Qué vendrá después?