Gualeyos por el Mundo
Natalia Brumatti: “De Gualeguay a Montpellier: una vida entre dos orillas” 1ª Parte
/https://eldebatecdn.eleco.com.ar/media/2025/09/portada_viaje_en_bicicleta_por_francia.jpg)
Y sí, queridos lectores, hoy estamos en Francia, precisamente en Montpellier, acompañados de Natalia Brumatti que reside en esa ciudad. Pero en esta entrega Natalia nos habla de su vida antes de radicarse en esa maravillosa ciudad. Disfrutemos de esta hermosa experiencia.
“Nací en Gualeguay, a orillas de un río que me enseñó desde temprano a mirar lejos. A los dieciocho años me fui a Rosario para estudiar Psicología en la Universidad Nacional de Rosario, y allí me quedé a trabajar en el Ministerio de Salud, dentro de equipos territoriales de salud mental. Eran años de mucho compromiso y esfuerzo, pero los viajes empezaban a ocupar un lugar cada vez más fuerte en mi vida.
/https://eldebatecdn.eleco.com.ar/media/2025/09/foto_en_madrid_en_el_2018_con_mi_madre_que_vino_de_visita_para_recorrer_europa.jpg)
Entre 2013 y 2016 aproveché cada respiro de vacaciones para explorar el continente: recorrí Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y, por supuesto, la Argentina. Descubrí que viajar no era solo un placer, sino también una forma de pensarse en el mundo y de entender otras culturas.
En 2016 decidí que quería más que escapadas. Tramité una visa de trabajo y vacaciones para Francia, con la idea de quedarme un año. Como no sabía francés, primero llegué a Madrid: España me dio un idioma cercano y la posibilidad de recorrer sus ciudades. Allí comencé haciendo el Camino de Santiago, deseo pendiente antes de llegar a Europa. Semanas de caminata en soledad y a la vez en compañía de desconocidos que se volvían cómplices de ruta.
/https://eldebatecdn.eleco.com.ar/media/2025/09/besancon_francia_a_unos_pasos_de_donde_era_mi_casa_en_el_2017.jpg)
Durante mi estadía en Europa, y también explorando el norte de África, viajé sin prisa, descubriendo cada país a su tiempo. A lo largo de estos años recorrí España, Marruecos (un mes y medio de norte a sur), Alemania, Italia, Suiza, Bélgica, Países Bajos, Turquía, etc. Cada lugar me ofreció aprendizajes, desafíos y nuevas formas de mirar la vida. Europa y el norte de África se desplegaban ante mí como un tablero lleno de caminos por descubrir.
Cuando llegué a Francia en el 2016 todas las ciudades me parecían encantadoras, pero el destino me llevó a Besançon, en el este, cerca de Suiza y Alemania. Entre montañas, ríos y lagos, me recordó a la Patagonia por sus paisajes y naturaleza, pero con quesos, vinos y castillos típicos de Francia.
/https://eldebatecdn.eleco.com.ar/media/2025/09/costa_catalana_en_espana_los_primeros_meses_de_mi_llegada_a_europa_en_el_2016.jpg)
Llegué sin saber francés y comencé desde cero: copiaba frases que escuchaba en la calle, estudiaba con un libro de ejercicios y pedía ayuda a amistades y a mi pareja francesa de ese momento. Cada conversación, cada trámite, era un desafío. Hoy hablo francés con fluidez, soy bilingüe, pero nunca olvido el largo camino que me llevó a integrarme completamente.
En Besançon viví seis años. Descubrí la nieve, me volví fanática del senderismo y de la bicicleta. Lo que empezó como paseos cortos se transformó en viajes largos durante vacaciones: pedaleando por caminos rurales, pueblos de montaña y la costa, conocí una Francia que pocos turistas ven.
En 2017 volví brevemente a Rosario para cerrar mi etapa en Argentina. Renuncié a mi trabajo en el Ministerio, dejé mi departamento y pedí ayuda a mi familia para organizar todo: vaciar el hogar que había sido mío, preparar maletas y documentos, y acompañarme en ese salto de fe hacia lo desconocido. La idea original era quedarme solo un año, pero me enamoré de Francia: su idioma, su cultura, su gastronomía, sus paisajes y su ritmo de vida me hicieron decidir instalarme definitivamente.
Al mismo tiempo, Argentina seguía siendo un lugar que amaba y donde también me sentía en casa. Durante semanas reflexioné, evaluando qué camino tomar. Finalmente, después de meditar y escuchar mi propio deseo de aventura, tomé la decisión de renunciar a mi trabajo, dejarlo todo y mudarme definitivamente a Francia.”
(Continuará)