Gualeyos por el Mundo - Para compartir sus experiencias
Nicolás Fiorotto: Nuestro viaje por Italia, recorriendo el Véneto, cuna de inmigrantes
“Hace un tiempo logré la ciudadanía italiana por medio del apellido Fiorotto, y con mi familia queríamos ir a agradecer este reconocimiento a la tierra de nuestros antepasados.
En el mes de octubre tuvimos la posibilidad con mis padres Néstor y Mabel de viajar a Italia, más precisamente a la región del Véneto, desde donde llegaron al sur entrerriano miles de italianos y europeos en general en las oleadas inmigratorias de fines del siglo XIX y mediados del XX. Nuestro breve pero intenso viaje por el “Viejo Continente” duró apenas cuatro días en los cuales pudimos recorrer los lugares de donde vinieron nuestros antepasados a “hacer la América”.
Llegamos al aeropuerto de Venecia y nos dirigimos a Padua (Padova, en italiano), de donde es oriundo un santo muy conocido por los gualeyos: San Antonio. De allí la advocación de nuestra parroquia madre y el nombre de la ciudad: San Antonio de Gualeguay. Pudimos conocer la preciosa arquitectura del templo y las reliquias del santo.
Luego viajamos a Cison di Valmarino, lugar de natalicio de mi tatarabuelo materno Martino Possamai (actualmente el apellido en Gualeguay fue transformado a “Possamay”). Fue muy emocionante ingresar a la parroquia Santa María Asunta y encontrarnos con la pila bautismal de 1750 intacta y en donde fue bautizado Martino el 12 de octubre de 1861. Incluso pudimos hablar con una señora de unos ochenta años de apellido Possamai que estaba rezando en ese momento; ella nos indicó que el apellido es muy popular en la región.
También conocimos la parroquia Santos Vito e Modesto de la pequeña localidad de Anzano. Desde allí me enviaron hace un tiempo el acta bautismal de mi tatarabuelo Valentino Augusto Fiorotto con la que logré la ciudadanía italiana. Nuevamente nos encontramos con una hermosa pila bautismal de 1700, completamente tallada en madera y en perfecto estado. Allí, el 14 de febrero de 1863, fue bautizado Valentino Augusto.
Luego viajamos a la localidad de Fregona, donde está el santuario de Santa Augusta. Esta advocación llegó al sur entrerriano por los primeros pobladores de la zona de Cuchilla Redonda: allí hay una capilla en honor a Augusta, con una imagen tamaño real traída de Italia.
Nuestro viaje continuó por la campiña del Véneto, recorriendo la bodega “Fiorotto”, una empresa de camiones también con nuestro apellido y una heladería que lleva también el nombre de “Helados Fiorotto”. El apellido es muy popular por esas tierras…
Para coronar el viaje, el cuarto día visitamos la bella Venecia, “la ciudad del agua”, encantadora y misteriosa al mismo tiempo. Sus canales, sus góndolas, y la rica historia hacen de Venecia un lugar mágico. Pudimos recorrer sus callejuelas y conocer un poco más de la capital de la ya extinta República Veneciana, siendo también una importante sede en su momento del imperio napoleónico.Quedamos impactados con la arquitectura ostentosa de los palacios de la plaza principal, y lo organizado de los tours a pie para poder visitar los espacios sin grandes aglomeraciones.
Volvimos llenos de emociones y descubrimos los lugares que respiraron y vivieron nuestros antepasados. Lugares a los que nunca más pudieron volver…
Quizás haya sido este viaje un pequeño homenaje y un cierre de ciclo de cinco generaciones, en agradecimiento a todos los esfuerzos y la esperanza de aquellos que vinieron a hacer grande nuestra Argentina, dejando todo atrás y empezando de nuevo.”