por Diego Larrosa De Zan - Divulgador Científico (col. IASC/NASA)
Podría caer a la Tierra la sonda Cosmos 482
Cosmos 482 es una sonda de la ex Unión Soviética, actual Rusia. La misión fue lanzada el 31 de marzo de 1972, para investigar Venus y que no logró escapar de la órbita baja terrestre. Se espera que se estrelle de regreso a la Tierra alrededor del 9 y 10 de mayo de 2025.
Cosmos 482 es una sonda de la ex Unión Soviética, actual Rusia. La misión fue lanzada
el 31 de marzo de 1972, para investigar Venus y que no logró escapar de la órbita baja
terrestre. Se espera que se estrelle de regreso a la Tierra alrededor del 9 y 10 de mayo de
2025. Es muy probable que su módulo de aterrizaje, que pesa 495 kilogramos, alcance
intacto la superficie terrestre, ya que fue diseñado para soportar una aceleración de 300
G y 100 atmósferas de presión.
Lo que impidió que la sonda saliera de la órbita terrestre fue un temporizador mal
configurado, que provocó que la etapa Blok L se desconectara prematuramente,
impidiendo que la sonda escapara de la Tierra. La primera de estas piezas, cuatro esferas
de aleación de titanio al rojo vivo de 13,6 kilogramos, con un diámetro de 38
centímetros, impactó en un radio de 16 kilómetros justo a las afueras de Ashburton,
Nueva Zelanda, a la 1:00 a. m. del 3 de abril de 1972. Las esferas quemaron los cultivos
y dejaron profundas hendiduras en el suelo, pero nadie resultó herido. Un objeto de
forma similar fue descubierto cerca de Eiffelton, Nueva Zelanda, en 1978.
Una maqueta de la sonda soviética Venera 7 (izquierda), similar a la Cosmos 482, e
imágenes telescópicas de la sonda soviética Cosmos 482, fueron tomadas por el
rastreador de satélites Ralf Vandebergh. Es muy posible, pero no se ha confirmado, que
tenga su paracaídas abierto el cual les sirve a las ondas para desplegar en otros planetas
y tener un aterrizaje “suave”.
El regreso de Cosmos-482 ocurre en un momento crítico para la gestión del espacio.
Con más de medio siglo de misiones espaciales, la órbita baja terrestre está repleta de
satélites activos e inactivos. Desde el lanzamiento del Vanguard 1 en 1958 hasta las
constelaciones actuales como Starlink, OneWeb, y el recién lanzado Proyecto Kuiper de
Amazon, el espacio se ha vuelto un lugar cada vez más saturado. Este fenómeno pone
en evidencia la necesidad urgente de políticas internacionales más estrictas sobre basura
espacial, un desafío que crece exponencialmente en 2025 con cada nueva misión.