El concejal de Juntos por Entre Ríos criticó a quienes no acompañaron
Schaumann, tras el sorteo: “Es un orgullo enorme ser parte de esto”
En medio del sorteo de las 100 viviendas, el concejal Sebastián Schaumann (Juntos por Entre Ríos) habló con El Debate Pregón sobre un momento que definió como “emocionante y muy significativo”. Sin embargo, la alegría por el acto público de adjudicación se vio opacada por el rechazo, en la sesión del jueves por la noche, de la ordenanza que buscaba reasignar fondos municipales para su finalización mientras se espera el desembolso de Nación. Crítico con algunos sectores del Concejo Deliberante, Schaumann no ocultó su malestar por lo que consideró una oportunidad desaprovechada de “estar a la altura de las circunstancias”.
—Estamos en pleno sorteo. ¿Cómo lo tomás?
—Estoy contento, emocionado. Como te contaba recién, la primera bolilla que salió fue la número uno, y le tocó a un bombero. Obviamente, la emoción lo invadió. Verlo, mirarlo... el significado que tiene para alguien hacerse de su vivienda. Y no es solo la persona: es el hogar que se forma, la familia, los abuelos, los primos, los amigos. Para quienes alguna vez accedimos a una casa, con sacrificio, con crédito o como sea, es un orgullo enorme ser parte de esto. Y también haber sido uno de los cuatro concejales que levantamos la mano para que esto pueda avanzar.
—Sin embargo, la ordenanza para reasignar fondos y terminar la obra fue rechazada anoche en el Concejo.
—Penoso. Justo en medio del sorteo, en un momento tan feliz, trato de evitar el enojo, pero no puedo. Porque creo que quienes tenemos responsabilidades políticas debemos estar a la altura. Legislar con conciencia, de cara a la gente, por la gente. Tanto se habla del pueblo… bueno, ser político también es ser pueblo. Ponerse en el lugar de los 300 inscriptos, de los 100 que hoy están viendo si su nombre sale sorteado.
—Más allá de la discusión sobre el origen de los fondos, ustedes habían manifestado un compromiso político para terminar estas viviendas.
—Sí, había —y hay— un compromiso del gobierno municipal de finalizar esta obra. Sabemos que hay un acuerdo político con Nación para que se destinen los fondos. Pero el planteo era simple: adelantar con fondos del municipio, que hoy están sin uso, para evitar que la obra se frene, y luego recuperar ese dinero cuando llegue la partida nacional. No se trataba de dejar de hacer otra cosa. Era una decisión para ganar tiempo y evitar perjuicios concretos.
—¿Como cuáles?
—Para empezar, que no se pierdan los puestos de trabajo. Hoy hay alrededor de 20 trabajadores que se quedarían sin empleo si la obra se detiene. Y además, hay un costo económico en la paralización. Se estima que se pierden unos 4 o 5 millones de pesos por cuestiones de seguridad, por roturas o robos. Lo sé porque en mi rol anterior, como inspector general, durante la obra de las 150 viviendas, hice denuncias todos los días por faltantes, daños. A eso sumale lo emocional: una familia que vive con sus suegros, que alquila, que está endeudada. Trabar esta instancia por cuestiones políticas o especulativas es no entender nada de lo que estamos viviendo.
—¿Cómo sigue esto ahora?
—Creo que se le va a encontrar la vuelta. Puede ser vía decreto o por otra ordenanza. Hay voluntad de que estas viviendas se terminen, eso no está en discusión. Lo de anoche fue, desde mi punto de vista, una decisión técnica mal manejada políticamente. No se trabajó el proyecto como se venía haciendo en otras ocasiones.
—¿Cómo se venía dando?
—Por ejemplo, cuando se presentó el proyecto de emergencia vial, desde nuestro bloque pedimos que pase a comisión para estudiarlo. Lo leímos y entendimos que podía mejorarse. No nos oponíamos, pero queríamos modificaciones que permitan realmente hacer algo. Porque decir “hay que arreglar los caminos” es fácil, pero también hay que decir con qué plata y de dónde sale. No es responsable acompañar un proyecto que no tiene sustento. Si destinás dinero a eso, ¿qué cerrás? ¿El CIC, las salas de atención primaria, los bolsones de ayuda social?
—Hubo críticas por la forma de tratamiento.
—Lo que hubo fue apuro por salir a los medios. Nosotros no trabajamos para la tribuna. Lo dije en el recinto: todo lo que sea humo o circo, queda afuera de lo que somos nosotros. Podemos equivocarnos, claro. Pero nos equivocamos haciendo, con sentido común, no con irresponsabilidad.
—¿Se rompió algo en esa sesión?
—Sentí una ruptura en la armonía que veníamos construyendo. Muchas ordenanzas salieron por unanimidad, o con amplios consensos. Lo de anoche fue raro. Puedo entender que el kirchnerismo actúe como lo hizo, corriendo a hacer prensa. No entiendo el silencio de los concejales de La Libertad Avanza, que siendo parte del gobierno nacional podrían haber defendido el proyecto. Y después se mezclaron otros temas, denuncias, insinuaciones, que nada tenían que ver. Dos concejales cambiaron su voto, quizás por prudencia, quizás por miedo. Pero si alguien tiene pruebas de corrupción, lo que corresponde es que vaya y haga la denuncia. Si no, es incumplimiento de deberes.
—¿Te preocupa?
—Sí, claro que preocupa. Porque entiendo que representamos a distintas fuerzas, pero también tenemos que honrar el lugar que ocupamos. A mí me llevó 20 años llegar acá: fui inspector general, estuve en instituciones, en clubes. Me molesta ver a políticos peleándose entre ellos. Eso es lo que detestaba cuando no estaba en política. Y ahora lo estoy viendo desde adentro.
—¿Puede haber un cambio en la relación con los otros bloques?
—Espero que no. Nuestra voluntad de consensuar sigue intacta. Si el camino es bueno, vamos a estar, no importa quién lo proponga. Pero tiene que ser algo posible de hacer, no solo para quedar bien. Porque hacer oposición es fácil: criticar, señalar, prometer. Pero cuando hay que ponerse el mameluco y salir con los vecinos, algunos ni escriben en el grupo del comité de crisis. En los días de lluvia fuerte, ese comité se activa. Lo integramos concejales, bomberos, funcionarios. Y hay quienes ni una palabra ponen ahí, pero después salen a sacarse fotos o filmarse solos.
—Volviendo a la emergencia vial, ¿tuvieron respuestas del Ejecutivo?
—Sí, pedimos una reunión con la Secretaría correspondiente y se nos brindó un plan de acción. Claro que tiene que dejar de llover para que se pueda trabajar, pero también se explicó que se va a cambiar el material del ripio, porque el anterior no servía. Y se está encarando el bacheo dentro de la ciudad. Es una época difícil, pero como vecino lo que quiero es que funcione, más allá de la lluvia o de las excusas. Y tengo fe en que así será.
—Más allá de estas tensiones en el Concejo, ¿cuáles son los proyectos que salieron y las expectativas para lo que viene?
—Miro la calidad de los proyectos, más que la cantidad. El objetivo es hacer ordenanzas que lleguen a la gente, que sean realizables. Soy comerciante, y en mi puesto anterior la habilitación estaba muy compleja, con trabas por todos lados. Presenté la habilitación simplificada. Se terminó consensuando que en vez 1 año y medio, van a ser 2 años. El comerciante abre las puertas y está pensando en vender, en pagar la luz, en que le entre el cliente y cada 18 meses no puede estar pensando en hacer todo el trámite de vuelta. Así que son 6 meses más por lo menos y se sacó el asunto de los planos.
El otro proyecto también que hace la transparencia de la gestión es el de los GPS en los vehículos contratados de servicio municipales. Alguna desprolijidad puede seguir sucediendo, no es infalible, pero se ha corregido un montón. Si una camioneta hace el mismo trabajo y en vez de gastar un tanque de nafta como lo hace habitualmente, llega a gastar dos, llama la atención. Se mide el consumo, se mide el recorrido. Es cuidar los recursos, estamos convencidos que nosotros podemos dar ese saltito en calidad.
- Un cierre sobre este contexto
Desde que asumió Federico Bogdan se terminaron las 80 viviendas, a las cuales les colgaban los cables. No estaban terminadas y ahí estaban todos calladitos. Continuó con un programa de 150 viviendas ya finalizadas, concretadas, que son 150 sueños. Ahora las 100 que se están sorteando mientras hacemos la nota, que Dios quiera se terminen lo más pronto posible y a eso súmale el Programa Tené tu Casa.