Teresita Cardoso llegó este jueves a Termas de Río Hondo

Ambas ciclistas partieron el sábado 1º de junio desde Gualeguay con rumbo al Norte argentino, enfrentando uno de los desafíos más grandes de sus vidas: recorrer cientos de kilómetros en bicicleta hasta llegar a la capital salteña. El objetivo del viaje, como el año anterior, trasciende lo físico. Se trata de un camino de profunda espiritualidad, motivado por la fe, la gratitud y la intención de pedir por otros. "Es una travesía de tres meses y medio que no solo pone a prueba el cuerpo, sino también el alma", afirmó.

En diálogo con El Debate – Pregón, Teresita relató cómo vienen desarrollando el recorrido: “Llegamos a Termas de Río Hondo el jueves 10 y pensamos quedarnos unos tres días más. A diferencia del año pasado, venimos rápido, con muy pocos días de descanso. Por suerte las rutas están muy tranquilas y el tiempo nos ha acompañado, con poco frío. Ahora lo que molesta un poco es el viento, que me exige un esfuerzo extra y eso repercute en mi cuerpo”.

La ciclista destacó especialmente el componente emocional del viaje: “La parte más linda han sido los reencuentros, cargados de emociones y lágrimas. Pero, sobre todo, los abrazos llenos de energía con los que me reciben o me despiden; esos son impagables. También en el camino se nos han cruzado nuevos ángeles, personas con una luz única que nos han dado una mano”.

Finalmente, Teresita expresó su agradecimiento: “Quiero agradecer a mi familia por su apoyo incondicional y a todos los que de una u otra manera aportan su granito de arena: alentando con un mensaje, una llamada, un saludo, una bocina, una comida calentita o un lugar donde descansar. Todo eso ha sido fundamental en estos días”.