Larroque recordó con emoción a María Esther de Miguel en el centenario de su nacimiento
En un clima cargado de emoción y gratitud, la ciudad de Larroque rindió homenaje este sábado 1° de noviembre a su escritora más universal, María Esther de Miguel, al cumplirse cien años de su nacimiento.
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El acto central se desarrolló en la casa natal de la autora, ubicada en calle Las Heras 224, donde autoridades municipales y provinciales, junto a familiares, descubrieron una placa conmemorativa que recordará a todos los visitantes el lugar donde nació una de las plumas más destacadas de la literatura argentina.
La jornada continuó en La Tera, la residencia de la escritora convertida en Casa Museo por decisión de la Municipalidad de Larroque y según la voluntad de la propia autora de Las batallas secretas de Belgrano. En ese espacio, Alfonsina Kohan, Daniela Churruarín y Nicolás Darchez reflexionaron sobre la trascendencia de su obra y presentaron la reedición de la biografía Norah Lange.
También tomaron la palabra el intendente Francisco Benedetti, el diputado nacional Atilio Benedetti, el secretario de Cultura de Entre Ríos Julián Stopello y el titular del Área de Cultura local Lauro Cichero, quienes coincidieron en resaltar el legado de una mujer que honró a su tierra con talento y compromiso.
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La conducción estuvo a cargo de Estela Petelín, y el cierre tuvo la voz entrañable de Roberto Romani, quien evocó anécdotas y pasajes de la vida de la “cuentera” entrerriana, recordando su paso por el Fondo Nacional de las Artes y la Fundación El Libro. Entre los árboles del parque, sus palabras resonaron junto a una cita de la autora:
“Como decía Sócrates, más tarde o más temprano llegará la muerte; entre tanto toquemos la cítara.”
El homenaje culminó con un instante poético y simbólico, cuando, entre la emoción de los presentes, pareció asomarse una bicicleta rosa guiada por una pequeña mujer de ojos azules, como si el espíritu de María Esther regresara una vez más a despedirse de su pueblo.
“El tiempo desgasta los recuerdos igual que la lluvia lenta borra las escrituras de una piedra. Pero siempre algo queda. Y hay que preservarlo.” escribió Romani en una publicación que inmortalizó el homenaje a la escritora larroquense. Fuente:acciondelarroque.com