Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“A este le dicen Zapata, si no la gana la empata…”
Aplicar las conductas de Messi, en lugar de sólo su idolatría 2ª Parte
Continuando con el desarrollo del profesional de Salud Mental Pablo Natchigall, les propongo un resumen de los aspectos restantes considerados.
3.- ¿Sufrimiento como forma de vida? Repetimos hasta el cansancio una frase que parece un dogma: “Ser argentino es sufrir”. Esta selección ha jugado con el alma y hemos sufrido, en los partidos con Países Bajos y Francia. Argentina consiguió salir adelante pero seguramente a cientos de miles de personas les habrá subido la presión arterial por el estrés durante esos partidos. ¿Estamos condenados al sufrimiento por ser argentinos? ¿Tenemos que adaptarnos a esta creencia colectiva porque somos argentinos y debemos resignarnos con esta realidad tan triste? Personalmente considero que un país puede cambiar su autoestima global cuando se atreve a desafiar sus supuestos colectivos de manera adulta. Esto lo han podido transformar diversas naciones. ¿Por qué debo aceptar pasivamente que por ser argentino el sufrimiento es normal?
Saber sufrir. Argentinos mirando el partido contra Francia.
4.- Procesos largos con trabajo de equipo. Esta selección venía enamorando a los argentinos y al resto del mundo desde mucho antes que este Mundial. La razón más importante es que Scaloni se dedicó a construir un grupo humano e integrarlo con los talentos futbolísticos individuales. No fue la suerte, alineación de planetas o cualquier excusa externa, que tanto nos gusta invocar. El trabajo en equipo requiere siempre un proceso para construir un alma, unificar a las personas detrás de un objetivo y generar el clima emocional apropiado para que estas colaboren de la mejor manera posible. Si lo hacen con alegría, buen humor y compañerismo, como ha sido el caso de esta Selección, la vivencia grupal se vuelve un viaje increíble y transformador.
Scaloni en un entrenamiento con la Selección en 2019. (REUTERS/Juan Medina)
5.- Ego desmedido vs Ego equilibrado. Muchos argentinos hemos sido criados con la creencia distorsionada de que somos los europeos sudamericanos y, como tales, príncipes y acreedores de un trato VIP por parte del resto de mundo. Messi, quien, a diferencia de Maradona y su ego desmedido, ha mostrado al mundo lo que es mantener un perfil bajo, sensible, trabajador y presente como líder de esta selección exitosa.
Maradona y Messi. Perfiles diferentes. (REUTERS/Gonzalo Colini)
QUERIDOS LECTORES: Es posible que los descarnados interrogantes y las consideraciones con las que ejemplifica, nos provoquen reacciones viscerales, “se nos retuerzan las tripas”, y rápidamente tratemos de negar cualquier parecido con la realidad o lo llevemos al terreno de algún partidismo político, para descalificar el análisis; esto que como reacción es posible, debiera permitirnos, que después que podamos procesar esas emociones, reflexionemos desde otro lugar y podamos, gradualmente, ir aceptando la necesidad de algunos cambios.
“Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir”
Federico García Lorca.