El Congreso se actualiza: $9,5 millones para cada senador

El último ajuste fue firmado recientemente, con el aval del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel. Se trata de una actualización del 1,3% correspondiente a marzo, que se aplicará también de manera idéntica en abril y mayo, todos con carácter retroactivo.

Este esquema establece que los senadores cobran según el valor de 2.500 módulos, los mismos que utilizan los trabajadores legislativos. A esto se le suma un plus de 1.000 módulos por gastos de representación y 500 por desarraigo. Con el valor actual de cada módulo estimado en $2.376,04, la dieta mensual supera los $9,5 millones brutos, monto que será efectivo desde julio.

Un sistema que esquiva el debate público

La clave de estos aumentos radica en el sistema que se votó hace poco más de un año y que fue aprobado por consenso entre todas las fuerzas políticas, sin discusión abierta ni cobertura mediática previa. Esta fórmula permite que los legisladores actualicen sus sueldos sin necesidad de tratar el tema en el recinto ni asumir el costo político.

Mientras tanto, el contraste con el contexto general no pasa desapercibido. En medio de un ajuste que golpea con fuerza al bolsillo del trabajador promedio y con recortes en múltiples áreas del Estado, la suba millonaria de las dietas legislativas vuelve a encender la polémica.

Desde distintos sectores, ya se alzaron voces críticas que cuestionan la falta de transparencia y sensibilidad de una clase política que se blinda con aumentos automáticos, al margen de la crisis que enfrenta gran parte de la ciudadanía.