La Academia de Galarza hizo historia y la estanciera de Marcelo fue parte del sueño
En General Galarza, las historias de fútbol siempre tienen un costado emocional profundo, pero pocas conmueven tanto como la de Marcelo Adrián Ramos, vecino conocido por todos y ferviente seguidor de La Academia de Galarza. Su publicación en redes sociales se volvió viral en la localidad: pintó su querida estanciera como gesto de aliento para el club, incluso antes de que el equipo lograra coronarse campeón después de 55 años.
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Marcelo contó que ya lo había hecho cuando preparó la estanciera para festejar el título de la Selección Argentina en el Mundial, y esta vez repitió el ritual para acompañar al club de sus amores. “Prepare la estanciera para Argentina campeón del mundo y ahora lo hice nuevamente para este club que hace tiempo la venimos remando y creo que mañana se nos va a dar”, expresó con entusiasmo en su mensaje.
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Con la fe puesta por delante, agregó también un agradecimiento que conmovió a todos los que leyeron su publicación:
“Le doy gracias a Jesucristo por todo y le pido que mañana sea una fiesta”.
Y así fue. No solo pudo festejar arriba de la estanciera el día en que La Academia gritó campeón, sino que además ese vehículo que él mismo restauró y mantiene con esfuerzo es el compañero de trabajo que lo acompaña cada día por las calles y caminos de la zona.
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La imagen de Marcelo celebrando, rodeado de amigos y vecinos, se convirtió en un símbolo del orgullo galarceño: una estanciera pintada con pasión, una esperanza que se hizo realidad y una comunidad entera que volvió a emocionarse después de más de medio siglo.
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En Galarza, la fiesta se vivió con alma y corazón académico. Y la estanciera de Marcelo ya forma parte de esa historia.