La sintonía fina que reivindicó a Scaloni
El análisis futbolístico en el plano individual y colectivo, las decisiones que tomó el técnico en la Copa América y una lectura que trascendió los relieves estrictos del juego, determinaron que Scaloni y su grupo de colaboradores fueran elegidos para conducir a la Selección hasta el Mundial de Qatar 2022
Anticipada por Diario Popular (poco antes de las diez de la mañana del último viernes) la noticia de que Lionel Scaloni había sido confirmado como entrenador de la Selección hasta el Mundial de Qatar 2022, luego de una reunión de una hora y media que habían mantenido Claudio Tapia y el Flaco Menotti, quedaron flotando en la superficie mediática distintas especulaciones y rumores inexactos sobre los motivos centrales y periféricos por los que el técnico de 41 años y su grupo de colaboradores, terminaron siendo ratificados.El punto neurálgico en el que coincidieron el presidente de AFA y el entrenador campeón del mundo en 1978, es que Scaloni, acompañado por Pablo Aimar, Roberto Ayala y Walter Samuel, constituyeron un grupo de conocimientos futbolísticos en gran medida subestimados y criticados con dureza extrema por el siempre espasmódico y errático ambiente del fútbol argentino, muy dispuesto a castigar y premiar con una liviandad inocultable.A propósito de Scaloni y sus colaboradores, nos describió Menotti en algunas oportunidades, vivencias que le habían generado una gran satisfacción: "Todos ellos son muchachos muy bien fundamentados, muy seguros y cálidos para comunicar y con unas enormes ganas de aprender todos los días. Esa humildad tan sana que muestran para escuchar y ver no significa que no tengan muchas capacidades ya adquiridas. Las tienen. Yo las comprobé hablando con todos ellos. Saben en serio de fútbol. Se nota claramente. Las experiencias que vivieron durante tantos años de jugar en Europa las expresan en cualquier charla cotidiana con una riqueza de información y conocimientos estupenda. Esto no puede pasarse por alto. Y los jugadores de la Selección en esos encuentros grupales, los escuchan con muchísima atención. Lo viví en Ezeiza. No me lo contaron. Y además, transmiten algo que destaco: calma, reflexión y serenidad. Y no apuro, desesperación ni urgencias. Porque aunque muchos crean lo contrario, con apuros, desesperación y urgencias nunca se llega a ningún lado. Y menos aún en el fútbol".Tapia, quien estuvo con la Selección en la Copa América en Brasil, a diferencia de Menotti , afectado en principio por una persistente infección urinaria y luego por un estado gripal ("no me vacuné cuando tenía que hacerlo y cometí un error") que le demandó varios días para rehabilitarse, observó en vivo y en directo la buena química futbolística que unía al plantel con Scaloni y sus ayudantes. No eran compinches como se intentó instalar para bajarle el precio al cuerpo técnico. Estaban claros los roles y las funciones. Y se reveló el comienzo de una comunión grupal para afrontar las circunstancias, que Messi terminó exteriorizando.
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