HISTORIAS MÍNIMAS DEPORTIVAS
Smash: 25 años de deporte y amistad
A pocas semanas de cumplirse las bodas de plata del club de tenis “Smash”, dialogamos con su propietario Eduardo Chiozza, quien nos dejó algunas historias e impresiones de lo que significa este club para la ciudad.
por Santiago Joaquín GarcíaApenas a algunos metros de la Avenida Illia, la tranquera anuncia el ingreso al Club de Tenis Smash. Si bien el origen de este emprendimiento familiar tiene que ver con los deportes de raqueta, al entrar nos encontramos con una casita en un árbol (de esas que tanto gustan a los gurises) anunciando que en este lugar hay algo más. Este club que combina su actividad privada con una función social cumplirá el próximo 2 de junio "ojalá los primeros veinticinco años de vida institucional" nos dice Chiozza nuestro anfitrión para esta charla. Son muchísimos años "de actividades deportivas y sociales, porque si bien es una institución privada que nació como un emprendimiento familiar, y así se fue construyendo con nuestra familia, hoy tenemos muchísimas actividades, y hemos tenido otras, que han cumplido una función en la sociedad".Un espacio educativo integralAdemás de las propias actividades que forman parte de la vida diaria de Smash abre sus puertas a distintas instituciones. Chiozza nos explica que "a lo largo de los años hemos hecho convenios con escuelas, para dar las clases de educación física en este lugar, además los alumnos de Educación Física hacen la residencia o práctica pedagógica con grupos de nuestras escuelas de tenis o fútbol, entre otras actividades". En cuanto a las actividades propias nos explica que "las dividimos en dos etapas del año. Las de verano y las de otoño invierno que abarcan el resto del año". Durante el año se llevan adelante "la escuela de fútbol infantil, que agrupa alrededor de cien chicos de 4 a 12 años; la escuela de tenis, que funciona para niños jóvenes y adultos; también festejamos cumpleaños infantiles con actividades deportivas; tenemos torneos y práctica libre de tenis y tenis criollo". Y, por otro lado, "las actividades de verano, entre las que se destaca sobre todas la colonia de vacaciones, donde tomamos niños desde los tres hasta los trece años. Allí se les enseña básicamente a nadar y también la enseñanza de los estilos y se complementa con actividades como softbol, tenis, fútbol y la realización de campamentos que es una actividad que les gusta mucho a los chicos, que también se realizan acá adentro del predio en los cuales los chicos pasan la noche con carpas y cuenta con todos los elementos y actividades propias de los campamentos". Dentro de lo que tiene que ver con los torneos, "durante todo el año se realizan: en inviernos sábado a la tarde y domingo, y en verano por la noche"."Cincuenta camionadas de escombros"Es emotivo el momento en el cual Chiozza nos relata los orígenes de este emprendimiento familiar. Se le nota en el rostro mientras relata la emoción que representa, cuando nos comenta que "es una alegría hoy poder estar cumpliendo veinticinco años, es una satisfacción muy grande. Visto desde otro ángulo, porque al comienzo con mi padre y mis hermanos picamos cincuenta camionadas de escombros para construir las canchas de tenis a mano, dábamos clases, limpiábamos, cortábamos el pasto, hacíamos de todo". Pasada esa primer etapa, desde otro lugar, "hoy esto está funcionando, se puede observar desde otra óptica y la verdad que me llena de placer ver por la tarde, cuando funcionan las escuelas de tenis y fútbol, ver cantidades de chicos practicando deportes, y en verano lo mismo con nuestra pileta poblada de niños". Y como prueba de la calidez del espacio, nos asegura que "muchos chicos que han pasado por acá hoy son profesores de educación física o estudian en el profesorado, y vuelven a trabajar a la institución que de chicos contribuyó en su formación deportiva, lo cual es muy placentero".Un espacio de encuentro para grandesDejando en claro que el club abre sus puertas para todas las edades Chiozza, también siente que "es gratificante ver a la gente grande que viene a practicar deportes por salud, por relaciones sociales, y se arman grupos, sobretodo, para el tenis criollo, donde se comparte no solamente el juego si no que hay asados, encuentros, diversión". Tampoco es un detalle en un país como el nuestro, "haber subsistido en el tiempo como un club privado, a pesar de las crisis económicas, de todos los problemas que ha habido en este tiempo, la verdad que me llena de satisfacción y orgullo"."Apuntamos a los valores"Chiozza permanentemente destaca el objetivo "educativo, el formativo, sin perseguir resultados deportivos, porque entendemos que aquello que se aprende bien más temprano o más tarde va a dar sus frutos, pero apuntamos básicamente a los valores, al compañerismo, en todos los niveles. En los chicos, donde es fundamental porque se están formando para el día de mañana. Y en los grandes, porque la actividad social es importantísima". Allí no faltan los grupos fijos que vienen a jugar al tenis criollo o al tenis, que durante la semana se reúnen acá, hacen un asado, y los fines de semana les organizo torneos, comparten, compiten, se divierten, se cargan entre ellos, en una actividad que no persigue ningún resultado".El tenis gualeyoAprovechando que es un gran conocedor de las distintas variedades del tenis, le preguntamos a Chiozza por el peso que tiene especialmente el tenis criollo en la ciudad. Así nos explica que "sin exagerar, la modalidad de tenis criollo que se juega en Gualeguay, es única en la Argentina y te diría que en el mundo. Porque en realidad las reglas, del que se juega en Gualeguay, fueron inventadas por gente de acá, y son diferentes al tenis criollo oficial. Fueron Lito Argot, Di Ciocco, y me parece que es maravilloso, porque se juega sobre una superficie de polvo de ladrillo, que no lesiona tanto las piernas, la cintura como una cancha dura, y el reglamento es muy accesible y adaptado a la gente grande que tiene que cuidar mucho más su físico, y se aprenden fácilmente las reglas, la técnica, se corre, se divierte, participa en torneos". Aprovechando su conocimiento del tenis tradicional, "hemos tratado de trasladar la organización del tenis al tenis criollo y darle todo el formato de torneos, de ránkings y de actividad social".Proyectos: un playón cubiertoCerrando la nota, Chiozza nos cuenta que "siempre estamos pensando en cuáles son los intereses que tienen jóvenes y adultos para seguir generando actividades nuevas". La última iniciativa tiene que ver con "poder construir en poco tiempo un playón multideportivo que serviría para hacer actividades los días de lluvia cuando las demás instalaciones no quedan en buenas condiciones". Allí se podrá jugar "al tenis, tenis criollo, realizar actividades recreativas, básquet, vóley", y contará con "piso de cemento con pintura deportiva para múltiples usos". Esta última impresión tiene mucho que ver con lo que Chiozza transmite. La experiencia de toda una vida ligada al deporte, a la formación de chicos, y las ganas permanentes de seguir proyectando. Entre el pique de muchas pelotas, asados y chicos correteando, seguramente, nos encontraremos con Smash en sus bodas de oro.
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