Histórico
Tocar la gloria en casa: el día que la Copa del Mundo llegó a Gualeguay
Todavía tengo la piel de gallina. Ver la Copa del Mundo tan cerca, en nuestra querida Gualeguay, fue como cerrar un círculo que empezó, para muchos de nosotros, hace décadas, cuando salimos a festejar a la Plaza Constitución con el gol inolvidable de Burru o, más acá en el tiempo, con la atajada final de Dibu Martínez. Esa plaza, que tantas veces fue testigo de nuestras emociones, volvió a vibrar en nuestros corazones con esta jornada única.
La emoción fue inmensa, no solo por ver de cerca la Copa del Mundo, la Copa América y la Finalísima, sino porque todo esto ocurrió acá, en nuestra tierra, con nuestros vecinos, nuestras familias, nuestra gente. No era un evento más. Fue un reencuentro con la historia, con la pasión y con ese orgullo que llevamos los gualeyos cuando hablamos de fútbol.
En esta jornada que quedará grabada en la memoria de todos, se respiró fútbol, pero también se respiró comunidad. Nos volvimos a ver las caras, a abrazar, a emocionarnos con los más chicos que quizás todavía no entienden la magnitud de lo que vieron, pero que seguro lo recordarán por siempre. Y nosotros, los más grandes, volvimos a ser niños por un rato.

Cómo no pensar en nuestro querido Mencho Medina Bello, que estuvo ahí, emocionado, compartiendo sus palabras, recordando sus comienzos en el interior y lo que le costó llegar. Es imposible no sentirse reflejado en su historia, en su esfuerzo. Y qué orgullo que sea uno de los nuestros. También se homenajearon a Lisandro Martínez y Jorge Burruchaga, quienes, aunque a la distancia, nos enviaron sus mensajes llenos de cariño por esta ciudad que los vio nacer.

Todo esto fue posible gracias a la organización conjunta entre la Secretaría de Deportes de Entre Ríos, la Municipalidad de Gualeguay y la Liga Departamental de Fútbol. Pero más allá de las instituciones, fue la gente la que hizo de este evento algo inolvidable. Porque los trofeos estaban ahí, sí, brillando como nunca. Pero lo que más brillaba era el orgullo en los ojos de cada gualeyo.

Bajo el lema "En la Tierra de los Campeones", vivimos algo más que una muestra deportiva: vivimos una fiesta del alma, un homenaje a quienes nos representan y nos llenan de alegría, y también un recordatorio de que Gualeguay sigue siendo semillero de talentos, de sueños y de historias que merecen ser contadas.
Ese día, tocamos la gloria con las manos. Y lo hicimos en casa.
Redacción El Debate Pregón