Viudez sería titular y Gallardo saldaría una vieja deuda
El uruguayo ocuparía el sector izquierdo del mediocampo "Millonario" y el "Muñeco le devolvería una vieja alegría. El que saldrá es Gonzalo Martínez.
Marcelo Gallardo pidió como nene encaprichado por Tabaré Viudez. Parecía un chico en una juguetería, enojado porque su papá no quiere comprarle el único juguete que quiere. Pasaron meses hasta que el ex Nacional firmó su contrato con River. Con veinte minutos en Paraguay y un pase magistral a Lucas Alario para sellar la clasificación a la final, los hinchas entendieron el incesante reclamo del DT: el uruguayo, está a la vista, tiene mucha categoría.Mañana, en la ida de la final de la Copa Libertadores ante Tigres de México, Viudez jugaría de arranque. A pesar de su inactividad en el primer semestre del año, demostró jerarquía. Por eso, el "Muñeco" se inclinaría por él, en lugar de Gonzalo Martínez, ganándole también la pulseada a un histórico como "Lucho" González.Gallardo le devolvería un viejo favor. Fue en 2011. El fino enganche se había ido de River entre las sombras: Ángel Cappa no lo puso ni siquiera en su último partido en Núñez. Lejos de querer colgar los botines, encontró refugio al otro lado del río, en Montevideo. Nacional lo recibió y le dio el protagonismo que él necesitaba.Le fue bárbaro: ganaron el Apertura y consiguieron definir el campeonato anual —aquel que enfrenta a los campeones del Apertura y Clausura— ante Defensor Sporting, en el Centenario. Esa semana, Gallardo había anunciado que, después de ese partido, se retiraría.La final estaba cerrada. Hasta que apareció Taba. Pateó un tiro libre a 30 metros del arco y la colocó abajo, inalcanzable para el arquero "Violeta". El partido, con el gol de Viudez, terminó 1-0, y Gallardo cumplió su deseo: se retiró en la cancha, como campeón, entre lágrimas, acompañado de su familia y sus amigos.En ese entonces, Gallardo y Viudez fueron compañeros. Siempre estuvo enamorado del talento de su compañero, por la calidad para tocar la pelota y su gambeta en velocidad. Meses después, lo dirigió en el "Bolso", y dieron otra vuelta olímpica. Por eso el capricho: además de confiar en él como futbolista, le dio su última gran alegría como jugador.Viudez estará de arranque en México y Gallardo descansa en él para que le dé su mayor éxito como técnico: ganar la Copa Libertadores con River.
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