“Árbol que nace torcido nunca sus ramas endereza…”
Los dolores crónicos y los posibles tratamientos… 1ª Entrega
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El dolor crónico se caracteriza por su persistencia durante más de tres meses, lo que impacta de forma negativa en la calidad de vida de quienes lo padecen. A diferencia del agudo, que cumple una función de alerta, el crónico puede mantenerse sin una causa evidente o extenderse más allá del tiempo de recuperación de una lesión, volviéndose difícil de tratar. Este tipo de dolencias afecta a millones de personas en el mundo. Pueden manifestarse de diversas formas y con distintas intensidades. La OMS y el CDC de EEUU, distinguen estos tipos de dolor crónico. .- Dolor crónico primario: se caracteriza por no tener una causa clara o identificable, es una condición por sí mismo. .- Dolor por cáncer: surge como consecuencia directa del crecimiento tumoral o de los tratamientos aplicados, como la radioterapia o la quimioterapia. .- Dolor postquirúrgico o postraumático: persiste tras una cirugía o una lesión, incluso cuando la herida original ya ha cicatrizado. .- Dolor neuropático: resulta de un daño o alteración en los nervios, generando sensaciones de ardor o descargas eléctricas. Uds. lo reconocerán en la Diabetes, en Neuralgias, y el Post-herpético o después de la culebrilla. .- Dolor crónico oro-facial y cefalea: incluye los que afectan la cara y la cabeza, como migrañas o dolor de mandíbula, mala mordida o bruxismo al dormir. .- Dolor visceral: afecta los órganos internos, como el intestino o el estómago, y se siente de manera profunda y constante. Colon irritable, Dispepsia (A lo que llaman gastritis). .-Dolor musculo-esquelético: Se relaciona con músculos, huesos y articulaciones; es común en la artritis y artrosis, el dolor de espalda. Uno de los más frecuentes es llamado “lumbago” o lumbalgia, por alteración de columna o causa muscular.
¿Cómo se siente una persona con dolor crónico? Con sensación de ardor, de dolor punzante o de una presión profunda que se mantiene activa por meses o años. Estos síntomas afectan físicamente y pueden agotar la energía, dificultando las actividades cotidianas; alteran el estado emocional, con altos niveles de estrés, ansiedad o depresión; la persistencia del malestar disminuye la calidad de vida y puede llevar a frustración constante. Para el tratamiento existe la combinación de terapias farmacológicas y no farmacológicas; entre los fármacos, existen los que actúan por diferentes mecanismos y algunos alteran la forma en que los nervios procesan el dolor. Se recomiendan opciones como la fisioterapia, que mejora la movilidad, la terapia psicológica, cognitivo-conductual, que enseña a manejar el impacto emocional; el yoga, muestra beneficios en los pacientes. El enfoque debe ser multidisciplinario en el Equipo de Salud.
QUERIDOS LECTORES: Es probable que esto les sirva, para no sentirse tan incomprendidos y, a veces solos, por la falta de empatía debido a la ignorancia en el tema, de quienes nos rodean por falta de Educación para la Salud.
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