Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“Más vale trote que dure y no galope que canse”,“El metaverso es el gran desafío del futuro inmediato…”
La palabra metaverso es una adaptación al español del término metaverse, que está compuesto por: meta que quiere decir trascendente y verso que hace referencia al universo. El metaverso está relacionado con un mundo virtual tridimensional, donde las personas pueden desarrollar cualquier deseo o pensamiento. El escritor Neal Stephenson fue el primero en utilizar este término en su novela “Snow Crash” (1992). Treinta años después cobra especial importancia y popularidad, gracias a cambios y estrategias, propuestos por diversos agentes tecnológicos.
Hoy en día el metaverso, como término genérico es multiplataforma y multipantalla; de estos antecedentes pasamos al contexto actual. Es importante precisar que no es homogéneo, no hay un único entorno de estas características, ni un único dispositivo. Hoy surgen cada vez más propuestas diferentes y “mundos” a los que acceder a través de diferentes dispositivos: móviles, computadoras, visores de VR o videoconsolas; es un elemento más de la “nueva internet” o web 3.0, donde confluyen los sistemas descentralizados, elementos que son perfectamente compatibles en una propuesta virtual abierta. ¿Es beneficioso para la sociedad? Hoy los públicos son de la generación alfa, nacidos a partir de 2010, que es nativa del metaverso, relevo generacional enfocado a él. Además de la interacción en tiempo real es un nuevo modelo publicitario y económico; en él las marcas pretenden diferenciarse y cubrir nuevas demandas; así conectan lo virtual con lo físico; también en el arte se ha popularizado la pintura a través de NFT o activo digital único y certificado. Este formato genera una imagen digital que adjudica la pertenencia al usuario y registra de forma pública e inalterable los movimientos comerciales; ha permitido la creación de galerías y salas de exposición virtuales de este tipo de obras. La música también ha ganado una nueva tribuna global, desarrollando una nueva vía de contacto con el público joven, incrementando su alcance. El turismo también se está empezando a ver reforzado; ciudades como Benidorm, Cuenca, Tokio o Seúl están trabajando en gemelos digitales y extensiones urbanas virtuales con el fin de promocionarse y ofrecer experiencias culturales y comerciales. En otras palabras, el metaverso está permitiendo incrementar el trabajo de diplomacia pública urbana. Este proceso de innovación debería venir acompañado igualmente de una labor de alfabetización digital. Es cierto que la generación Alfa e incluso los centennials tienen una ventaja en la adopción y comprensión de este nuevo contexto, pero otros segmentos de público tienen la desventaja de quedar en gran parte excluidos. Hoy las instituciones, las académicas o las tecnológicas tienen, todavía, un protagonismo tímido al respecto; la industria tecnológica tiene el desafío de la inter-operatividad de los diversos metaversos.
“El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria
un poder que pretenda hacerse superior a las leyes”
Cicerón