Pbro. Jorge H. Leiva
Un cónclave y muchas esperanzas
Mensaje para católicos: el cónclave no es mera política partidaria y cortoplacista para elegir el líder de una de las religiones más numerosas y el jefe de un pequeño estado. El cónclave ha de verse como un soplo del Espíritu Santo como el de Pentecostés, de tal modo que los señores cardenales puedan descubrir al que “Dios ha elegido” como dice el libro de los Hechos cuando fue elegido Matías para reemplazar a Judas Iscariote. Por un cónclave eso está marcado por las sorpresas del Espíritu Santo (se dice-con cierto humor- que el que entra papa, sale cardenal).
Quienes somos creyentes estamos invitados a elevar tres plegarias, entre otras.
Por un lado, hemos de pedir un nuevo soplo del Espíritu para la Iglesia de hoy y en especial para los electores para que de nuevo se realice el misterio de la comunión y la misión.
En segundo lugar, hemos de pedir que los señores cardenales puedan vivir lo que San Juan Pablo II llamaba la “espiritualidad de comunión” de tal manera que desarrollen con verdad y caridad una verdadera “conversación en el Espíritu”.
Por último, hemos de pedir a la Trinidad que todo el Pueblo de Dios, sus ministros ordenados y sus consagrados reciban al nuevo sucesor de Pedro como a un padre y pastor.
Mensaje para los cristianos no católicos: ¿son iguales todas las confesiones cristianas? ¿Quiso Jesús para su Iglesia una comunidad con la Santa Hostia, la Virgen y el papa como tenemos los católicos? Los católicos decimos que efectivamente Jesús de Nazaret quiso que lo recordáramos y que lo hiciéramos presente a través de la misa, como lo dice el nuevo testamento y quiso que, así como Pedro era el centro de unidad de la comunidad apostólica, los sucesores de Pedro fueran centro de unidad de todo el Pueblo, y así de ese modo permaneciéramos unidos en un mismo credo, en un mismo Pan y en un mismo Cuerpo visible a través de la unidad de los obispos con el sucesor de Pedro. Es que Jesús en la última cena le pidió a su Padre. “Que sean uno para que el mundo crea” ¡Todo para la gloria de Dios y el bien de las almas!
Mensaje para los no católicos: parece ser que ante la crisis de estadistas y dirigentes los sucesores de Pedro tienen que asumir un cierto liderazgo colateral a favor de los pobres, débiles y sufrientes, a favor de la fraternidad, la justicia y el cuidado de la casa común.
Un cura de España-días pasados- sometió a un interrogante a la IA para preguntar por las características que ha de tener el nuevo sucesor de Pedro: la respuesta fue llamativa y decía en resumen que el nuevo papa ha de ser: un hombre de oración, un místico, capaz de unir valentía con discernimiento, firme en la verdad, valiente frente a los poderes internos y externos de la Iglesia, con la conciencia del fin de los tiempos porque estamos en combate final, con profundo sentido sobrenatural, un evangelizador con corazón humano, amigo de los jóvenes y las familias, muy anclado en el corazón de María Virgen.
Por eso quienes creemos en Jesús y en su Cuerpo que es la Iglesia hemos de vivir este cónclave no con curiosidad periodística y banal, sino con corazón creyente, orante y eucarístico, pidiendo al Cielo un nuevo soplo del Espíritu para la santa Iglesia siempre necesitada de conversión en sus miembros.