Palabras de presentación a cargo del Dr. Carlos Bèhéran
“Bartolomé Vassallo- Itinerario de una investigación”
Nos honra con su presencia, el Profesor Julio César Vega, catedrático en la Universidad de Concepción del Uruguay, docente y a cargo de funciones directivas en la Asociación Educacionista “La Fraternidad”, distinguido con numerosos premios por sus ensayos y obra literaria y poética publicada durante su dilatada trayectoria, quien desde hace algún tiempo ha dedicado encomiables esfuerzos a recrear e investigar,en provecho nuestro, la vida y obra del ilustre médico cirujano y filántropo, Dr. Bartolomé Vassallo, que tuvo destacada actuación en la ciudad de Rosario, en nuestro medio, y reconocida trascendencia nacional e internacional.
Vassallo, nacido el 11 de Diciembre de 1872, fue bautizado el 3 de Febrero de 1873 en la Iglesia San Antonio de nuestra ciudad, a la que estuvo siempre vinculado y siempre volvía, ciudaden la que quiso y dispuso que descansaran sus restos y los de su distinguida esposa, Edelmira Quintana. Fruto de esa tarea de búsqueda en el pasado, es el reciente libro biográfico, escrito por quien nos acompaña, sobre nuestro encumbrado copoblano, del que Gualeguay es, como otras comunas e instituciones, tributaria de su generosidad, expresada en su última voluntad. Este libro, escrito con reverente afecto y admiración, se enmarca en la época en que transcurrió la existencia del Dr. Bartolomé Vassallo, y destaca su descollante personalidad, sus virtudes y grandezas en el campo de la medicina y restantes aspectos de la vida, en los que honró, con su labor e inteligencia, tanto a su solar nativo, como a la ciudad en la que se formó y educó, preparándose para la vida universitaria: Concepción del Uruguay. Contiene una minuciosa narración de su actividad y desempeño, cumplido sobre sólidas bases de capacitación, formación y responsabilidad, que hizo que trascendiera del ámbito donde le tocó actuar y dio al Dr. Vasallo un prestigio públicamente reconocido, haciéndolo acreedor a honrosas distinciones, entre ellas, su designación, en 1941, como miembro de la Academia Nacional de Medicina. Como en él se relata, cursó estudios en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay y se graduó de médico en 1896 en la Universidad de Buenos Aires, en la que se doctoró posteriormente. Se radicó en Rosario, donde fue designado Cirujano jefe en el Hospital Rosario y fue jefe del Servicio de Cirugía en el Hospital Italiano “Garibaldi” de esa ciudad, donde su destacada actuación como cirujano influyó para que esa ciudad se convirtiera en un centro quirúrgico y se creara la Facultad de Medicina. Solo interrumpió su actividad habitual, para hacer diversos viajes de estudio a Europa, donde en París asistió a los servicios de los Dres. Gosset, Faure, Fauchet y Roux, y sus notables operaciones, su técnica admirable, le valieron el elogio de aquellos maestros de la cirugía. Disciplinado, con vocación y cariño por su actividad, el Dr. Vassallo fue un maestro de ese arte y ciencia, que enalteció la cirujíay la cátedra, y permitió la formación de discípulos que lo admiraban. Daba clases semanalmente, a las que asistían estudiantes y médicos graduados de todos los puntos del país. Uno de sus discípulos dijo que Vassallo“ operaba admirablemente, con mucha precisión, con gran rapidez y con suma elegancia, disponiendo siempre de pocos instrumentos, que distribuía y utilizaba de una manera rítmica e igual; era una gloria el trabajo que realizaba ese cirujano, el más hábil de todos los que nos precedieron y cuya destreza no ha sido superada después”.Dedicó en su juventud parte de su tiempo a la literatura y la poesía, siendo autor de inspirados versos; fue coleccionista de arte; desarrolló la actividad agropecuaria en los numerosos campos que adquirió y ocupó relevantes cargos en la dirigencia rural en la ciudad de Rosario y en el ámbito nacional; fue benefactor y patrocinador de entidades de bien público, siendo reconocida y valorada su trayectoria como médico y filántropo. El Dr. Vassallo, no tuvo descendencia en su matrimonio con Edelmira Quintana, que fue su gran compañera y amiga, mujer de sensibilidad exquisita que había elegido por esposa, acompañó a su marido en sus obras benéficas, y falleció un año antes que él. En su testamento Vassallo fue de una generosidad sin límites, y en él dejó importantes bienes, entre otras instituciones de bien público, a la Sociedad Educacional “La Fraternidad” de Concepción del Uruguay, destinada a beneficiar a los alumnos de escasos recursos; a la Sociedad de Beneficencia de Rosario destinada a atender las necesidades del Hospital de Caridad de Rosario; a la Academia Nacional de Medicina.- Legó la estancia “El Atalaya”, de 3.149 Has. a la Sociedad de Beneficencia de Gualeguay, con destino al Hospital San Antonio de nuestra ciudad, Municipalidad de Gualeguay para la atención de la asistencia pública y al Asilo de Menores “San José”. Otros destinatarios de sus legados, fueron el Hospital de Rosario del Tala y las Municipalidades de las ciudades de Rosario, Gualeguaychú y La Cumbre, en Córdoba, a las que dejó importantes bienes. El aludido testamento, otorgadoel 22 de Enero de 1943, poco antes de su fallecimiento, muestra la singular personalidad, distinción y espíritu crítico del Dr. Vassallo; en él menciona, en algunos de sus párrafos, “que si muere no llevará consigo ningún rencor, habiendo hecho todo el bien que pudo”: “que tampoco se queja, porque en las partes de alegrías y penas que forman la vida, las primeras han sidomuchas más que las últimas”;que no hace mayores legados a sus familiares directos, a quienes había donado bienes con anterioridad, porque “está convencido, hoy más que nunca, de que los millones solo sirven para levantar envidias, y muchísimo trabajo para cuidarlos, especialmente hoy, en que el Gobierno, con la ley del impuesto a los Réditos mortifica a todo el mundo, viendo en cada contribuyente un infractor”; en otro párrafo se lee que “lega a la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, de la que hoy forma parte el testador”, la Estancia “Las Piedras”, de 2.770 hectáreas, situada sobre el río Gualeguaychú, a diez kilómetros de la ciudad, “en un lugar pintoresco y alegre, con calles de eucaliptus y montes naturales,debiendocon la renta de los tres primeros años, levantarse dos chalets entre el casco de la estancia y el río, no de mucho lujo pero sí cómodos, donde puedan ir a tomar campo, los académicos con sus familiares, como los académicos de Paris en el Castillo de Chantilly”.
El propósito del libro del que es autor el Profesor Vega, destinado a recordar y enaltecer tan noble figura y personalidad, es sin duda elevado, pues tiende a rescatar del olvido, por el paso del tiempo, a quien es merecedor del reconocimiento y gratitud de las siguientes generaciones. Y es un justo homenaje a la memoria del Dr. Vassallo, así como un valioso y enriquecedor aporte sobre su vida y obra, a quien sin duda debe reservársele un lugar destacado en la historia local y nacional.
Carlos Béhèran