Las alergias y la salud respiratoria
Dr. Jorge Sap: “El cuidado del aire es responsabilidad de todos: del Estado y de la población”
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Conversamos con el Dr. Jorge Sap, Médico neumonólogo y alergista, acerca de las afecciones alérgicas y respiratorias, sobre todo en esta época del año. Nos entregó su amplia sapiencia al respecto que vale tener en cuenta.
En esta época, aparte de las flores, “florecen las alergias”. Sobre ese tema
queremos su mirada especializada.
Dr. Sap: -Las alergias—especialmente las respiratorias—pueden provocar distintos
cuadros clínicos. Lo más común es la rinitis, también conocida como fiebre del heno.
Además, se presentan casos de conjuntivitis alérgica y, fundamentalmente, episodios de
asma.
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-Hoy en día, algo que debemos tener muy en cuenta es la polución ambiental. No solo
ha cambiado la temperatura, sino que nuestra región se ha tropicalizado bastante. A eso
se suma una gran cantidad de contaminación en el aire, lo que provoca muchos cuadros
asmáticos, especialmente rinitis severa. También vemos casos de sinusitis crónica, que
en realidad es una rinosinusitis crónica provocada por esa misma polución. Esto afecta
principalmente a los chicos.
-¿En qué edades se observa más este problema?
Dr. Sap: -En chicos muy pequeños. Se ven episodios de broncoespasmo desde poco
tiempo después de nacer. Cuando se les realiza un laboratorio, se observa una alteración
importante en los anticuerpos relacionados con la alergia, especialmente en la
inmunoglobulina E, que es el anticuerpo que se mide habitualmente. Estos chicos
pueden recibir tratamiento, pero de todas maneras se ha notado un aumento
considerable en los episodios de asma en los últimos años, sobre todo acá en
Gualeguay.
Últimamente se ven muchos ataques repentinos de garganta, como si se incendiara
de golpe. ¿Qué puede estar pasando?
Dr. Sap: -Sí, eso es muy común, sobre todo en primavera. En la zona de Uruguay y en
toda la región de la Pampa Húmeda, la primavera es ventosa y hay mucho polvo
ambiental. Eso influye muchísimo en los cuadros alérgicos, especialmente en los de
rinofaringitis. Ese tipo de faringitis que aparece de forma súbita, con dolor al tragar,
suele ser por inflamación alérgica. No es un cuadro infeccioso. Generalmente cede con
un antibiótico común o con una dosis de corticoide, y se resuelve en un día. Los
pacientes alérgicos ya están acostumbrados a estos episodios. Cuando vienen con dolor
de garganta y uno les explica, suelen decir: “Ah, sí, a mí me agarra cada tanto eso”,
especialmente cuando hay mucho polvo en el ambiente.
En cuanto a los cuadros de rinitis y asma están más relacionados con la floración, el
polen y la polinización del ambiente. Todo eso también influye en los cuadros alérgicos
que en algunos casos pueden ser muy repentinos. En la boca viven bacterias que
normalmente no provocan enfermedad. Pero cuando la mucosa está irritada o inflamada,
se genera un terreno propicio para que esas bacterias causen microinfecciones. En esos
casos, a veces hay que recurrir a antibióticos. Sin embargo, lo ideal es no usarlos si no
es necesario, porque no se trata de una infección sino de una inflamación alérgica. Por
eso el cuadro es tan agudo y responde rápidamente al tratamiento adecuado.
¿Conviene hacerse un hisopado por las dudas?
Dr. Sap: -Solo si los episodios son repetitivos. En general, si el cuadro se resuelve
rápidamente con una dosis de corticoide, eso indica que no es infeccioso. Clínicamente,
uno observa mucha inflamación, enrojecimiento de la garganta, incluso microampollas
en la pared posterior de la faringe, pero no hay signos de infección. Se trata con
antialérgicos.
¿Puede empezar como una alergia y terminar afectando los bronquios?
Dr. Sap: -Sin duda. La mucosa nasal, faríngea y bronquial es muy similar, y reacciona
de la misma manera. Incluso la mucosa de los senos paranasales responde igual. Uno
puede comenzar con una rinitis, y ese líquido inflamatorio que sale por la nariz cae
hacia la vía aérea, provocando broncoespasmo. Si el paciente tiene antecedentes de
asma, puede desencadenar una crisis asmática severa. A eso lo llamamos “goteo
posterior”: el líquido transparente de la rinitis alérgica cae por la faringe hacia la laringe
y puede provocar esos síntomas.
Un asmático controlado o con largos períodos sin crisis, ¿puede decir “ya no soy
asmático?
Dr. Sap: -El asma es una enfermedad crónica, como la hipertensión o la diabetes.
Requiere tratamiento y controles permanentes. A veces hay cuadros de hiperreactividad
bronquial, donde los bronquios reaccionan con espasmos o inflamación ante estímulos
externos. Pero el asma no es una enfermedad de broncoespasmo: el broncoespasmo es
solo un síntoma. Lo que realmente está afectado es la mucosa bronquial, que se inflama.
Es como cuando tenés la nariz tapada, te sonás y no sale nada: está obstruida por
inflamación, no por mucosidad. Lo mismo ocurre en los bronquios. Esa es la base del
asma: una inflamación crónica que puede o no tener origen alérgico. Esto se controla
con espirometrías. Si en algún momento el paciente tiene una espirometría normal sin
medicación, se puede considerar suspender el tratamiento por un tiempo. Pero siempre
hay que seguir controlando. Hay cuadros leves donde el paciente no nota la obstrucción,
pero está obstruido. A veces compensa con más esfuerzo cardíaco o por ser joven. Las
personas mayores lo sienten más fácilmente. No existe un tratamiento que cure el asma.
Es una enfermedad crónica que necesita tratamiento y controles periódicos. Es
fundamental que el paciente lo entienda y lo acepte.
¿Hay una predisposición genética en el caso del asma?
Dr. Sap: -Sin duda. El componente genético es muy importante. Siempre pregunto a los
pacientes si tienen algún familiar asmático, porque eso nos da una pauta clara del origen
del asma.
Muchas veces escuchamos decir: “No todo pulmón que silba es asma.” ¿Qué
significa eso?
Dr. Sap: -Exactamente. No todo pulmón que silba, que tiene un “chillidito” o un
silbido, es necesariamente asma. Por eso es fundamental hacer un diagnóstico correcto.
Para eso, primero hay que tratar el cuadro agudo y esperar a que el pulmón vuelva a la
normalidad. Recién ahí se realiza una espirometría. No sirve hacerla durante el episodio
agudo, porque va a mostrar seguramente una obstrucción. Una vez que el pulmón está
normal, se hace la espirometría y se determina si hay asma o no. En general, si el
paciente es asmático, el estudio lo confirma. Y muchas veces hay antecedentes
familiares de asma.
¿Y qué cuidados o prevenciones se pueden tomar?
Dr. Sap: -Las medidas preventivas son claras, pero lamentablemente, por los problemas
económicos que atraviesa el país, todavía hay gente que muere de asma. Hoy el
tratamiento es muy claro, y con controles adecuados es difícil que un paciente tenga una
crisis grave. Pero muchas veces no pueden comprar la medicación. Un tratamiento para
asma no baja de 120.000 pesos. A veces las obras sociales lo cubren, pero muchas veces
no. Y en los hospitales, hay veces que hay medicación y veces que no. Eso complica
mucho la situación.
El cuidado fundamental es acudir al médico y seguir el tratamiento. Además, hay que
evitar que los chicos duerman en habitaciones con humedad, algo que se ve mucho en
familias humildes. La humedad en las paredes puede desencadenar ataques de asma.
También influyen los cambios bruscos de temperatura, el polvo ambiental y el humo de
tabaco de los adultos. Este último puede provocar asma incluso en chicos que no tenían
predisposición.
¿Y en cuanto a vacunación?
Dr. Sap: -El paciente asmático es considerado de riesgo respiratorio. Por eso debe tener
las vacunas contra el COVID, la gripe y el neumococo (la vacuna antineumocócica). En
chicos o adultos jóvenes con asma leve o moderada, no siempre es obligatoria. Pero en
pacientes mayores de 50 años, con asma importante, aunque estén bien, es casi
obligatorio que se vacunen. No es que no se van a enfermar, pero con la vacuna pueden
tener una forma más leve de la enfermedad. Eso es clave.
Y en cuanto a Gualeguay, ¿qué nos está afectando tanto?
Dr. Sap: -Ese es un tema largo, social y político. Gualeguay tiene una polución
ambiental importante. Hay organizaciones que luchan contra eso, y otras personas que
dicen: “Yo necesito trabajar, necesito que esté la industria acá.” Yo creo que siempre se
pueden hacer las cosas mejor. Gualeguay tiene un río hermoso, pero ya no es el mismo
que conocíamos cuando éramos chicos. Lamentablemente no lo hemos sabido cuidar.
¿Quién tiene la culpa? Los que nos han gobernado en los últimos 30 o 40 años. Todos
recordamos el balneario, los arenales, el río limpio. Hoy ese río no existe más, y
nuestros hijos y nietos no pueden disfrutarlo. Pero también somos responsables
nosotros, porque no exigimos a los dirigentes que lo cuiden. Lo mismo pasa con las
industrias, la contaminación, los humos, los ácidos que se largan al ambiente, lo que se
tira al río. Todo eso se paga, y se paga con la salud de la población. También con los
herbicidas que se usan en el campo y contaminan las napas.
-El Estado tiene que existir y cuidarnos. Para eso pagamos impuestos. Si no nos cuida el
Estado, ¿quién lo va a hacer? Si destruimos el Estado, entonces no tengamos policía, ni
justicia, ni nada. Sería la ley del más fuerte, y eso es ridículo. El Estado debe estar
presente y protegernos.
Hacia el final de la entrevista el Dr. Sap enfáticamente nos dice:
-Me gustaría que la gente tome conciencia de que todos respiramos el mismo aire.
No hay aire mejor para algunos y peor para otros. Con dinero o sin dinero, con
poder o sin poder, todos tomamos la misma agua y respiramos el mismo aire. Así
que tenemos que cuidarlo. Es una responsabilidad compartida.