Año Nuevo
El Año Nuevo Occidental
La celebración del año nuevo se remonta a hace 4000 años, pero no se inició en las culturas occidentales hasta hace sólo 400 años.
La fiesta comenzó en la antigua Babilonia (hoy Irak) alrededor del 2000 a.C. Sin embargo, los babilonios comenzaron su año nuevo cerca del final de lo que hoy es marzo, un tiempo lógico para empezar un nuevo año ya que el invierno había terminado, la primavera con su nueva vida comenzaba y los cultivos se plantaban para el año siguiente.
En el año 153 a.C. el Senado romano decretó que el año nuevo comenzaría el 1 de enero. Hizo este decreto para corregir el calendario, que se había salido de sincronía con el sol. Si bien el primer de enero no tiene un significado agrícola o estacional, sí tenía un significado civil. En esa fecha, los recientemente elegidos cónsules romanos asumían sus cargos.
Es interesante saber que el mes de enero se llama así por el Dios romano Jano, que tiene dos caras que pueden representar el mirar hacia atrás al año viejo y la otra mirando hacia adelante, hacia el nuevo. Según la tradición judeo-cristiana, el 1 de enero coincide con la circuncisión de Cristo (al octavo día de su nacimiento), cuando recibe el nombre de Jesús Con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo durante el siglo XX, el 1 de enero se convirtió en una fecha de carácter universal, incluso en países con sus propias celebraciones de Año Nuevo (por ejemplo, China)