María Elena Mallarino - jubilada
“El consejo es que todos los días vayan a trabajar con alegría”
Trabajará oficialmente hasta este martes 30 de abril porque luego gozará de una nueva etapa en su vida como es la jubilación. Se llama María Elena Mallarino, de 69 años, y se desempeñó en los últimos 15 años de trabajo en el Hospital “San Antonio”.
Es muy querida, especialmente, por sus compañeras del sector de turnos de consultorios internos del nosocomio y esta situación de retiro despierta nostalgia en ambas partes. "Abu", como le dicen sus allegados, nos contó parte de su trayectoria laboral, qué proyectos tiene por delante y se refirió al Hospital, donde destacó su importancia, la demanda diaria que recibe e instó a que lo defendamos. Contó una anécdota donde se refiere a una concejal, que un día, haciendo alarde de su embestidura y amistad con un médico, quiso obtener indebidamente un turno a destiempo, pero María Elena, firme en sus convicciones, le negó ese pedido.Nos cuenta de cómo se ha desarrollado su trayectoria laboral....- Empecé como maestranza en el centro de salud Pompeya en el año 97' cuando se inauguró ese centro. Allí estuve 7 años trabajando. Por razones de política quedé afuera del ámbito laboral pero luego recuperé la fuente de trabajo y me designaron al Hospital "San Antonio", en el año 2004. Ingresé como mucama en el sector de la Guardia hasta que tuve problemas de salud y entonces me que me nombraron para realizar tareas pasivas y fue así que empecé a trabajar en el sector de turnos para consultorios internos.¿Con qué se queda de esta experiencia laboral?.- Me quedo con la satisfacción de haber tenido muchas compañeras y una linda amistad con ellas. Me tocó un grupo hermoso, estoy muy agradecida, somos unidos en las "buenas" y en las "malas".Todas las mañanas las esperaba con el mate así que voy a seguir yendo para cebarles mates, no lo haré todos los días pero, no va a ser fácil que se liberen de mi (risas).¿Cómo se conforma su vida familiar?.- Vivo con un nieto. El papá falleció cuando él tenía 6 meses y la mamá cuando tenía 8 años, y desde entonces vive conmigo. Ahora tiene 23 años.¿Qué tiene pensado que hacer cuando esté jubilada?.- Siempre algo hay que hacer. Me gusta tejer, hago bordado de los trajes para la comparsa Sambá Verá. Hace unos 7 u 8 años que trabajo para la comparsa.La actividad laboral, a veces también tiene su situación ingrata. ¿Cómo lo vivió a eso?.- A veces la gente, tal vez por la situación del país, está de mal humor y se enojaba siempre con nosotros, que somos la cara visible. Un día me dije "no puede ser que me traten tan mal", cuando en realidad no tenemos la culpa de nada; simplemente das la cara y haces lo que te dicen.Una vez tuve un problema en el hospital con una concejal, que me dijo "me manda el doctor tal y tiene que anotarme para atención", ante lo cual le dije: "ya no tengo lugar". Sin embargo, ella insistía darle un turno por pedido de ese médico. Ese día que ella llegó había un paciente que estaba durmiendo en el piso, entonces no puedo dejar a esa gente "afuera" porque llega una concejal. Se enojó; me dijo de todo, menos linda.Después, nunca tuve problemas con ningún médico ni con nadie en el hospital. Gracias a Dios me voy contenta con todos.¿Qué significó para usted trabajar en el HSA?.- El hospital es un lugar muy importante para todos, tengan o no obra social, sean ricos o pobres. Al hospital hay que defenderlo porque es el primer lugar en el que seremos atendidos. La única terapia intensiva de la ciudad se encuentra allí. Por eso hay que valorar y colaborar con la institución. Mientras viva, al hospital lo voy a defender siempre.¿Qué mensaje puede darle a quienes trabajan diariamente?.- Aconsejo a mi nieto y mis sobrinas para que disfruten de la tarea que realicen, que todos los días vayan a sus trabajos con alegría, con entusiasmo y además hay que agradecer a Dios por eso.Y, otra cosa importante es cumplir con el horario de trabajo; soy en ese sentido. Jamás llegué tarde a ningún trabajo, a pesar de la lluvia, frío o calor.No me gusta que me traten mal en ningún lugar donde voy entonces no me gusta hacerlo tampoco. Y si alguna vez lo hice, pido mil disculpas.Salude a sus compañeras....- Quiero mandarles un beso enorme y decirles que las llevo a todas en mi corazón. Graciela, Noemí, Carolina, Karina, Norma, Muriel, Silvia, Analía, eran con quienes tenía un contacto todos los días. También tengo conocidos, como enfermeros, médicos, personal de maestranza, administrativos.
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