Un patrimonio que merece ser conocido y apreciado
El Reloj Público de la Parroquia San Antonio
Gracias a Javier Bello que sube fotos de la torre mayor de la Parroquia San Antonio, de sus campanas y en especial del reloj, nos detuvimos a buscar datos sobre ese patrimonio de la ciudad, el que, desde su origen, es municipal. De él ya se ocupó nuestro historiador, el profesor Humberto Vico, que tomamos como fuente, al igual que documentación de la Municipalidad y los datos que nos brindó J. Bello, un apasionado de los detalles que hacen a este monumento arquitectónico.
Las crónicas de la época, señalan que desde comienzos de 1876, preocupaba a la Corporación Municipal de Gualeguay, la adquisición e instalación de un reloj público, ya que su establecimiento daría una alta idea adelante y un progreso de la localidad a la vez que sería de gran utilidad al vecindario y especialmente al comercio.Resuelta ya la instalación del reloj, y haciéndose partícipe de la idea y colaborando activamente con ella, como lo efectuó el entonces Jefe de Policía, Sr. Benavídez, solicitando la suma de 500 pesos a la Gobernación de la provincia. Este aporte sirvió de incentivo a la Municipalidad, para llevar a cabo dicha obra, ya que se atravesaba una muy difícil situación económica.Como primer paso de orden local, se inició una suscripción pública y se contrató la compra del reloj al Sr. Víctor Chiabando, conocido relojero porteño. La Corporación determinó que se colocara en el mirador de la Comandancia, pero era necesario levantar una torre apropiada y dotar al reloj de la correspondiente campana para cuya adquisición se llamó a licitación. La campana, de mil cincuenta libras, de la composición más pura, se ofreció por 550 pesos oro.El Dr. Pagola, al ver el informe puesto a su consideración, sostuvo que "no creía conveniente contraer nuevos gastos y que se colocase el reloj sin la campana y agregaba que una vez pagado el reloj, se compraría a plazo", aconsejando "levantar suscripciones públicas, formando comisiones para ello".Se señala al respecto, que "fracasando el Municipio en dos intentos, el Sr. Pte. Pedro Eseiza, en sesión propone que: Ante la carencia de recursos de la Comuna, para atender las más urgentes obligaciones, que los integrantes de la Corporación, dando un buen ejemplo de buena voluntad para servir los intereses generales, encabezan una suscripción mensual hasta la terminación del año de 5 pesos bolivianos. Propuso además que se formarán comisiones de municipales con el propósito de recabar de los vecinos la suscripción por la módica suma de cuatro reales o un peso". Apoyadas tales propuestas se procede a formar las comisiones.Tan apremiante era la situación financiera y los compromisos contraídos por la compra del reloj, que se resolvió reducir el sueldo de los empleados municipales, y destinar la economía mensual de 155 pesos hasta terminar la obra.El 17 de agosto, se autorizó al Presidente Municipal, Dr. Francisco Barroetaveña, a llamar a Víctor Chiabando y contratar la compra de la campana, luego de arreglar la puerta del altillo de la Comandancia donde se había levantado la torre y la construcción de una escalera para subir hasta la máquina.La crónica señala que: "Se realiza la inauguración el día 2 de Septiembre agasajando a las autoridades provinciales, nacionales y vecinos de la ciudad". "La fiesta estaba amenizada por la Banda de Música de la Sociedad 'El Renacimiento'. En nombre de la Municipalidad, habló el Sr. Segundo Gianello, quien resaltó el esfuerzo realizado y la valiosa colaboración del Gobierno de la Provincia y el concurso popular. Al término de sus palabras, el reloj lanzó al aire dos campanadas. Era la hora exacta de la inauguración de esta obra pública.El 7 de abril de 1897, se aprueba la Ordenanza que dispone el traslado del reloj a la torre principal del templo San Antonio a raíz que la torre de la jefatura corría serio riesgo de derrumbe. El párroco Juan Vilar ya había dado su conformidad. Este traslado es autorizado por Ordenanza del 19 de diciembre de 1899. Por Ordenanza del 16 de marzo de 1900, la Municipalidad dona a la iglesia parroquial la campana del reloj para ser fundida y realizar cuatro más pequeñas, una de ellas para uso del Municipio y el servicio del reloj. Actualmente la campana que corresponde al reloj es la de mayor tamaño, llamada San Antonio.Hasta el año 2007 el reloj daba la hora y la media hora por medio de su campana, pero lamentablemente quejas de sus vecinos llevaron a clausurar la sonería. ---------------------------------------------------------------------Javier Bello: "Este reloj es una verdadera joya"J. Bello, un joven sumamente prolijo, se ocupa de varios aspectos que hacen al mantenimiento del Templo San Antonio, entre esos, del reloj."Le hago mantenimiento, lo pongo en hora, tratando de que esté lo más exacto posible. De a poco voy limpiando y lubricando los engranajes. Hay una solución en aerosol que se debe dejar aplicado durante un día para poder sacar la grasa vieja. Una vez limpia cada pieza, para no engrasarlo nuevamente le echo un aceite en aerosol una vez al mes para mantener más limpia la máquina, que el bronce no se manche tanto", nos comenta Javier. "Los fines de semana le doy cuerda con una manivela. Son dos tambores; el que da la marcha pesa 300 kg.; la de la sonería se puede activar o no; en este momento no está en uso porque algunos vecinos se quejan del sonido de las campanadas".Luego agrega: "Los cuadrantes no tienen mucho mantenimiento; los vidrios están muy agrietados. Cuando se va descascarando la pintura, lo pinto nuevamente con aerosol con acrílico para que no se vean manchones transparentes. Esos vidrios ya se deberían cambiar porque no están en condiciones; pueden filtrar agua o, lo peor, que se caiga un pedazo. Lamentablemente en Gualeguay no conseguimos un vidriero que se anime a hacer el trabajo. Yo entiendo que trabajar a 40 metros de altura en semejantes cuadrantes de 2 m. de diámetro, es complicado. Esos vidrios tienen 4 mm de espesor. He consultado a varios vidrieros, pero no bajo los brazos y tengo la esperanza que va a surgir alguien que se anime. Aparte de eso se está saliendo el revoque interno y a eso también hay que arreglarlo.Chessini me enseñó la parte de relojería y el Sr. De Zan, que estuvo 25 años trabajando en la parroquia, me indicó sobre el mantenimiento".Más adelante nos habla de otros relojes públicos: "En Entre Ríos hay relojes públicos en templos y otros edificios, pero la mayoría ya son electrónicos, se manejan digitalmente con un tablero, al igual que las campanas, como es el de la Basílica Inmaculada Concepción, de C. del Uruguay. Ese sí toca la media hora y la hora. El de la Catedral de Gualeguaychú es reloj carrillón que toca los cuartos, la media y la hora con diferentes cantidad de campanadas, según corresponda. No sé cómo estará ahora, porque el año pasado que estuve allí, ya no sonaba. Ese reloj es muy parecido al nuestro en la parte mecánica, solamente que el de acá no tiene el carrillón, pero sí hace la media hora y la hora"."Pese a que hemos buscado en documentación y en la máquina, la maraca del reloj, no la hemos encontrado, sólo sabemos que se lo encargaron a un relojero de Buenos Aires", nos comenta Javier Bello.Para finalizar, expresa: "A mí me gusta mucho el tema de las campanas y la relojería, aparte atiendo lo que hace a electricidad, audio, iluminación, preparo candelabros, velas, incienso, todo lo necesario de acuerdo con las ceremonias. Me gusta que la parroquia luzca bien y siempre estoy buscando detalles que la hagan ver tan linda como es. Soy monaguillo desde chico y a veces canto, aunque necesito que me enseñen a ubicar la voz para hacerlo mejor. No tengo tiempo para eso por ahora porque trabajo en una empresa y arreglo relojes antiguos en mi casa".
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