Siete casos en Gualeguay en lo que va del 2025
Entre Ríos encabeza estadística de suicidios: Gualeguay la quinta ciudad de la provincia
Entre Ríos atraviesa una preocupante crisis de salud pública que se expresa en un dato alarmante: entre el 1 de enero y el 30 de mayo de 2025, se registraron 111 suicidios en el territorio provincial. Esta cifra, que surge de registros oficiales de la Policía de Entre Ríos, posiciona a la provincia como la jurisdicción con la tasa más alta de suicidios del país: 19,8 por cada 100.000 habitantes. El índice duplica la media nacional, que se ubica en 9,8 casos cada 100.000 habitantes.
Los datos también permiten dimensionar la gravedad a nivel departamental. Gualeguay, con siete casos en los primeros cinco meses del año, figura como el quinto departamento más afectado por esta problemática, solo superado por Paraná (34), Concordia (10), Uruguay (13) y Colón (8). La estadística muestra, además, una profunda disparidad de género: del total provincial, el 80% (89 personas) corresponde a hombres y solo el 20% (22 personas) a mujeres. Esta diferencia reproduce un patrón que ya es conocido a nivel nacional y mundial: los varones cometen suicidios consumados en una proporción considerablemente mayor que las mujeres, aunque estas últimas presenten más intentos.El desglose por departamento revela una realidad extendida a lo largo del territorio entrerriano. En Paraná se dieron 34 casos (29 hombres y 5 mujeres); en Uruguay, 13 (9 hombres y 4 mujeres); en Concordia, 10 (8 hombres y 2 mujeres); y en Colón, 8 (6 hombres y 2 mujeres). Gualeguay, por su parte, presenta un caso de mujer y seis de varones. Más atrás en la lista aparecen Nogoyá y La Paz con seis casos cada una; Victoria y Tala con cinco; Federación, Federal y Diamante con cuatro; y departamentos como Feliciano e Islas del Ibicuy con uno solo. San Salvador es, hasta el momento, el único sin registros.
Desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos se advierte que el suicidio es un fenómeno de múltiples causas, que deben ser abordadas desde diferentes ángulos. Entre los factores más frecuentes se señalan los problemas de salud mental no diagnosticados o no tratados, las situaciones de duelo o pérdidas afectivas, las crisis económicas, el aislamiento social —especialmente en adolescentes—, el bullying, el consumo problemático de sustancias y la violencia intrafamiliar. La combinación de estos elementos, sumada a contextos de vulnerabilidad, puede derivar en decisiones trágicas.
Frente a esta realidad, el Estado provincial ha redoblado sus esfuerzos. El programa de prevención del suicidio, vigente desde hace varios años, intensificó su presencia en el territorio en 2024.
Entre sus principales acciones se destacan la conformación de un equipo itinerante que recorre los 17 departamentos para articular con centros de salud, escuelas, clubes y organizaciones comunitarias; la capacitación a 34 centros de atención primaria en intervención temprana; y la colaboración con universidades como UADER en la elaboración de estrategias de prevención adaptadas a cada realidad local. Además, se fortaleció el Órgano Consultivo Honorario de Salud Mental, espacio clave donde convergen ONGs, sindicatos, docentes, profesionales de la salud y representantes comunitarios.El objetivo: diseñar políticas públicas inclusivas y sensibles a las particularidades de cada territorio.
Entre las herramientas más concretas para el acompañamiento inmediato se encuentra la línea telefónica gratuita 0800-777-2100, disponible las 24 horas. Allí se brinda atención, contención y orientación por parte de profesionales de salud mental, tanto para personas en crisis como para familiares o allegados que necesiten asesoramiento.
En el caso particular de Gualeguay, además del acompañamiento provincial, se cuenta con la Secretaría de Prevención de las Adicciones y Convivencia Ciudadana. Esta dependencia local ofrece orientación, asesoramiento y derivación para aquellas personas que atraviesan situaciones complejas. Las oficinas están abiertas a la comunidad y se promueve el acercamiento sin estigmas.
Frente a cifras que duelen, se vuelve urgente continuar visibilizando el problema y desarmando prejuicios. Hablar del suicidio, lejos de incitarlo, permite poner en palabras lo que muchas veces se vive en silencio. Desde los distintos niveles del Estado, y con el compromiso de la sociedad en su conjunto, es posible tender redes que salven vidas.