Jonathan Nosiglia, fotógrafo y ahora Cabin Crew
“Hay que luchar por los sueños, nunca es tarde”
Muchos conocemos a Jonathan Nosiglia como fotógrafo de sociales y tomas artísticas, cuando su tiempo se los permite. Es una profesión que le gusta mucho, pero se planteó nuevos desafíos y sobre eso nos comenta.
J.N.: -Como todos ya me conocen he sido fotógrafo desde hace ya más de 6 años y realmente jamás me faltó el trabajo, por lo cual estoy muy agradecido con Gualeguay por elegirme en cada fecha especial y en cada evento. En épocas de pandemia año 2020 me plantee lo que quería para mi futuro realmente, si bien me considero un apasionado de mi profesión, siento que específicamente lo social no es lo que me termina de llenar, ya que, más bien siempre me gustó hacer fotos artísticas, y hoy vivir netamente del arte es muy difícil. Esto llevó a preguntarme y plantearme si en 20 años me sigo viendo como fotógrafo social, y de mi parte fue un rotundo no.
Un nuevo desafío
J.N.: -La aeronáutica siempre fue algo que me llamó la atención desde un vuelo de cabotaje que hice con Facundo, mi pareja; fue algo que me hizo imaginarme trabajando en ese ambiente. Hoy en día me he recibido de Tripulante de Cabina de Pasajeros, T.C.P., Azafato, Cabin Crew como quieran llamarle. Muy contento, emocionado y feliz el haber entendido que la fotografía es lo que amo, pero aceptar que tampoco me completaba, y también entender que aún no es tarde para encontrar algo más, que no debía por qué conformarme tan joven, y quedarme con lo que ya tengo. Entender también que, si se puede, que hay que meterle si uno quiere y no dejar que un extraño te diga con qué quedarte, si vale salir de la comodidad. Más de una vez escuché “Peor es estar en una empresa cumpliendo horas o vendiendo comida”, que es más cansador... Y yo no, yo tenía mi cámara para trabajar, y es lo que tengo que hacer, porque tengo la “suerte” de ser fotógrafo y trabajar de lo que me gusta, que no muchos pueden darse ese lujo.
Más adelante, Joni sigue compartiendo su forma de pensar.
J.N.: -Realmente no me pareció correcto quedarme sólo con la fotografía, que si podemos cambiar un poco el rumbo, que lo hagamos sin miedo. Hoy, a la juventud de mi edad que estudian se los es muy juzgados por haber abandonado una carrera por la mitad, o haberla cambiado, o el estar a punto de recibirse y abandonar, por el simple hecho de haber entendido que no les termina de gustar. Pienso que todo esto es crecimiento, es probar, de la equivocación aprendemos. Yo seguiré de fotógrafo hasta que una empresa me llame para volar, mientras tanto estudiando inglés porque es una de las condiciones que exigen las empresas para poder trabajar.
Con respecto al nuevo desafío, nos dice.
J.N.: -Por supuesto que momentáneamente seguiré trabajando en mi ciudad. La carrera que elegí fue en un instituto privado de Buenos Aires, de 2 años de duración. Estaba la opción de cursar y culminar en menos de un año, estudiando de manera intensiva con más carga horaria semanal a distancia. Así fue que en marzo 2023 con todas las materias promocionadas, finalizamos con unas prácticas hermosas de 7 días en Buenos Aires. Hoy me vuelvo muy feliz a Gualeguay, me hice amigos increíbles, algunos con historias similares teniendo 40 años de edad, hoy recibiéndose también de TCP, que para ellos es un cambio rotundo, pero felices de haber sumado algo que nos gusta y teníamos pendiente. Hay que luchar por los sueños, nunca es tarde; encuentren su lugar, su paz Sólo espero estar volando pronto, y con mi cámara, obvio, al cuello para mostrar el mundo.